Xinjiang: después del ataque en Tiananmen, cae el general chino a cargo de la seguridad

Las autoridades han destituido a Peng Yong de sus cargos oficiales. La decisión luego del ataque terrorista en el corazón de Beiging, que según el Partido es obra de uighuri provenientes justamente de la provincia occidental. Analistas de acuerdo:" El único movimiento independentista que queda capaz de planificar ataques de este tipo".

Urumqi (AsiaNews/Agencias) - El gobierno chino destituyó de su cargo a Peng Yong, el general comunista que de hecho representa a la máxima autoridad de la provincia occidental de Xinjiang. Si bien la información no habla en forma explícita, la remoción está ligada con el ataque terrorista acaecido el pasado 28 de octubre en la plaza de Tienanmen en Beiging, en el cual murieron 5 personas y hubo 38 heridos.

Las autoridades centrales han indicado como mandantes y ejecutores del hecho a algunos "militantes independentistas" de etnia uighura, provenientes justamente de Xinjiang. En el ataque, producido con un Suv hecho explotar delante de la puerta de la Ciudad Prohibida, murieron el atentador, la esposa y la madre. El general Peng Yong, escribe el Cotidiano del Pueblo, fue removido por la Comisión permanente provincial del Partido comunista: de hecho, no tiene más ninguna autoridad.

En todo caso, los reflectores están señalando a la provincia, una de las más turbulentas de toda China: aquí vive la etnia uighura, de origen turco y de religión islámica, que siempre ha buscado obtener la independencia de Beiging. El gobierno central por su parte, envió a la zona centenares de miles de etnia chinos han para tratar de que sean la etnia dominante. Además imponer serias restricciones a la libertad religiosa, a la práctica musulmana, a la enseñanza de la lengua y de la cultura local.

También del punto de vista económico hay diversas discriminaciones. La media de los salarios para los trabajadores rurales es de 6.400 yuan al año (unos 550 euros): se trata de un aumento en relación a los años precedentes, aún así inferior en relación a la media nacional. La situación social incide también sobre el mercado del trabajo: en la provincia no es difícil encontrar trabajo, los anuncios de empleo especifican que "los uighuros no serán aceptados".

Desde 2009 está en acto un régimen especial de control por parte de la policía y del ejército chino, impuesto por Bieging luego de los enfrentamientos en los cuales 200 personas perdieron la vida. En consecuencia de aquellas violencias se infligieron centenares de condenas a penas detentivas y decenas de condenas a muerte. Las autoridades chinas retienen que los responsables de las violencias sean extremistas musulmanes, pero los exiliados sostienen que Beiging "exagera" la amenaza de terrorismo islámico para justificar la represión contra la población uighura.

En el curso de los años, un único movimiento se destacó realmente por sus actividades independentistas. Sin embargo, como subrayan los analista y expertos, "la East Turkestan Islamic Movement (Etim) no tiene más la capacidad de llevar a cabo ataques ni siquiera similares a los de la plaza de Tienanmen". Según un estudioso local, que solicita el anonimato: "la invasión de la OTAN Afganistán interrumpió las últimas relaciones entre el Etim y los talibanes. No se puede pensar que estén en grado de atacar a dos mil quilómetros de distancia de sus bases".

El Congreso mundial de los uighuros, organización con base en Alemania que reúne a la diáspora, pidió más de una vez en los días pasados "honestidad y transparencia" durante las investigaciones sobre el atentado. Después de haber condenado lo acontecido, la líder del Congreso Rebiya Kadeer expresó el temor que "cuánto ha acaecido pueda llevar a una nueva feroz persecución contra la etnia, siempre más golpeada por las políticas de Beiging".