Xinjiang: Beijing arranca a los niños uigures de sus familias, de su fe y su cultura
Los padres son reeducados en “centros de formación profesional”; y los hijos, en colegios y jardines maternales. Las autoridades llevan adelante una expansión sin precedentes de los institutos y literas. Para el régimen, “la escuela ocupa el lugar de los padres”.
Beijing (AsiaNews) – En la provincia occidental de Xinjiang, donde reside la minoría islámica de los uigures, las autoridades chinas están separando deliberadamente a los niños de sus familias, de su credo y de su cultura. Cientos de miles de adultos se encuentran recluidos en enormes centros de detención, mientras se realiza una rápida campaña orientada a construir colegios a gran escala. Es lo que surge de una investigación conducida por la BBC.
Además de los esfuerzos orientados a transformar la identidad étnico-religiosa de los adultos de la región, las pruebas indican la existencia de “una campaña paralela que busca apartar a los niños de sus raíces”. Las autoridades chinas afirman que los uigures son reeducados en “centros de formación profesional”, institutos para combatir el extremismo religioso violento. Los reportes de organizaciones internacionales demuestran que hay más de un millón de prisioneros, y en muchos casos, que estos han sido detenidos simplemente por expresar su fe o por haber mantenido contactos con el extranjero.
Los investigadores también plantean su preocupación por el destino de miles de niños. Un informe publicado por el alemán Adrian Zenz muestra la expansión sin precedentes de las escuelas en Xinjiang. Mientras construía los centros de detención para adultos, Beijing se abocó a ampliar los campus escolares y construyó nuevos sectores destinados a dormitorios a gran escala. En apenas un año, el número total de niños inscriptos en los asilos de Xinjiang ha aumentando en más de medio millón. Como demuestran los datos del gobierno, los niños perteneciente a la comunidad uigur y a otras minorías islámicas representan más del 90% de este incremento.
El número de inscripciones en las escuelas maternales, que solía estar alineado al promedio nacional, pasó a ser el más alto de toda China. Solo considerando el sur de Xinjiang, el área con mayor concentración de población uigur, las autoridades han gastado 1,2 millardos de dólares en la construcción y modernización de escuelas maternales. La propaganda del gobierno exalta las virtudes de los colegios, como una ayuda para “mantener la estabilidad social y la paz”, siendo que “la escuela ocupa el lugar de los progenitores”.
Los niños de los uigures detenidos son encauzados en el sistema escolar en gran número. Las autoridades locales utilizan formularios detallados para registrar la situación de los niños cuyos padres se encuentran en “centros de formación profesional” o en prisión, a fin de determinar si requieren de una asistencia centralizada. Los medios estatales declaran que los colegios -donde se habla exclusivamente en chino- permiten a los niños de las minorías aprender “mejores hábitos de vida” e higiene personal. Algunos niños han comenzando a dirigirse a sus docentes llamándolos con términos como “mamá”.
La investigación muestra que en Xinjiang, todos los niños se encuentran en este momento en escuelas cuya seguridad se garantiza con “medidas de gestión orientadas al aislamiento estricto”. Muchos institutos están plagados de sistemas de vigilancia que cubren totalmente el área, con alarmas perimetrales y vallados eléctricos con descargas de 10.000 voltios. “El intento de mantener a los padres alejados de sus hijos de un modo sistemático -concluye Zenz- muestra claramente que el gobierno de Xinjiang está tratando de criar a una generación que ha sido arrancada de sus raíces de origen. Creo que las pruebas indican que debemos referirnos a esto como “genocidio cultural”.
11/07/2019 12:25
08/01/2020 12:46