Xinjiang, mujeres uigures torturadas y violadas: el grupo interparlamentario pide una investigación
El Grupo Interparlamentario (IPAC) afirma que las Naciones Unidas y los Estados a título individual deben tomar medidas contra Beijing, acusada de crímenes contra la humanidad y genocidio. Las víctimas, torturadas con descargas eléctricas en los genitales. La tragedia de las esterilizaciones forzadas. China niega los abusos y la existencia de campos de trabajo forzado en la región autónoma.
Beijing (AsiaNews/Agencias) – La Alianza Interparlamentaria sobre China (IPAC) ha pedido una respuesta coordinada de la comunidad internacional ante las violaciones y torturas que sufren las mujeres uigures en los campos de internamiento de Xinjiang. El grupo transnacional, formado por más de 200 parlamentarios de diferentes países, se refiere a las revelaciones dadas a conocer el 2 de febrero por la British Broadcasting Corporation (BBC) referidas a la represión de la minoría islámica en la región autónoma china.
Encabezados por el senador estadounidense Marco Rubio, legisladores de Australia, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Francia, Alemania, Japón, Países Bajos, Suecia, Reino Unido y la Unión Europea piden que se pase de las palabras a los hechos. Quieren que una comisión de investigación de las Naciones Unidas examine la actuación del gobierno chino, acusado de crímenes de lesa humanidad y genocidio. Mientras tanto, los parlamentarios del IPAC hacen un llamamiento a los Estados individuales para que tomen medidas contra Beijing, conforme a lo estipulado en la Convención de la ONU sobre el Genocidio. La administración del nuevo Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho la misma petición.
Según la investigación de la BBC, basada en el testimonio de algunas víctimas y de un guardia de la prisión, las mujeres uigures son torturadas y violadas de forma sistemática en los campos de concentración creados por las autoridades en Xinjiang. Los abusos de los guardias chinos -a menudo en grupo- también incluyen descargas eléctricas en los genitales y el uso de vacunas para la esterilización forzada.
Ayer, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino negó las acusaciones, y calificó el informe como “falso". Beijing sostiene que las instalaciones de Xinjiang son centros de formación profesional y proyectos para aliviar la pobreza. Según gran parte de la comunidad internacional, China ha organizado realmente un sistema de campos de concentración para mantener a la población uigur y kazaja bajo control. Según datos de expertos, confirmados por las Naciones Unidas, más de un millón de uigures y otras minorías de habla turca y fe islámica se encuentran detenidos arbitrariamente en Xinjiang, región que la población local llama el "Turquestán Oriental".
Recientes revelaciones de la prensa también han puesto de manifiesto la existencia de campos de trabajo en la región, donde forzarían a trabajar a cientos de miles de musulmanes, principalmente en la colecta de algodón. China produce el 20% del algodón mundial, la mayor parte en Xinjiang.
