Xi viaja al Tíbet mientras hay millones de damnificados por las inundaciones en Henan
Visita para celebrar el 70 aniversario del envío de tropas para ocupar la región. El presidente quiere promover la estabilidad, el desarrollo y la protección del medio ambiente. Gobierno tibetano en el exilio: Beijing destruye nuestra identidad, que reabra el diálogo con el Dalai Lama. Protestas por las muertes provocadas por las inundaciones en el centro de China.
Beijing (AsiaNews) - Ayer y anteayer el presidente chino Xi Jinping realizó una gira por el Tíbet para celebrar el 70 aniversario del envío de tropas a la futura región autónoma, habitada por una numerosa población autóctona de religión budista.
Es la primera visita de Xi al Tíbet como presidente y la anterior fue hace 10 años, en 2011 como vicepresidente. En esa oportunidad prometió combatir las "actividades separatistas" encabezadas por el Dalai Lama, el guía espiritual del budismo tibetano exiliado desde 1959. Tenzin Gyatso se radicó en la India cuando el ejército chino sofocó una revuelta de los tibetanos.
En agosto del año pasado Xi afirmó que la defensa de la frontera tibetana es una prioridad nacional. Dos meses antes las tropas de Beijing y Delhi se habían enfrentado en la frontera provisional que separa el Ladakh indio del Tíbet, lo que dejó un saldo de decenas de muertos. La última vez que ocurrieron este tipo de escaramuzas fronterizas entre los dos países fue en 1975.
Según fuentes citadas por el South China Morning Post, en este viaje Xi se centró en cambio en cuestiones internas : estabilidad local, desarrollo y protección ambiental. Xi dijo al pueblo del Tíbet que confía en que todos los grupos étnicos locales "se encaminen hacia una vida feliz".
El nuevo presidente del gobierno tibetano en el exilio tiene una opinión diferente. En una entrevista que publicó hoy Nikkei Asia, Penpa Tsering acusó al gobierno chino de destruir la identidad tibetana enviando inmigrantes de la etnia Han (mayoritaria en China). Denunció asimismo la supresión de la libertad religiosa en el Tíbet y que las autoridades chinas mantienen bajo control los monasterios budistas con el uso masivo de sistemas de videovigilancia.
Tsering pidió a Estados Unidos, la Unión Europea y otras democracias que se unan para ayudar a la causa tibetana. El político tibetano también pidió al gobierno chino que reanude el diálogo con el gobierno tibetano en el exilio, estancado desde 2010, y que abra negociaciones directas con el Dalai Lama.
Antes de llegar al Tíbet Xi encontró tiempo para hacer una escala en la vecina Sichuan, donde visitó el yacimiento arqueológico de San Xing Dui. Sin embargo, el presidente se mantuvo alejado de Henan, devastada por las inundaciones que siguieron a las lluvias torrenciales. Las inundaciones han causado hasta ahora 51 muertes, la mayoría de ellas en la capital de la provincia, Zhengzhou. El desastre afectó a tres millones de personas, muchas de las cuales quedaron atrapadas sin comida ni agua potable. Según CCTV, los daños económicos estimados ascienden a 1.200 millones de yuanes (160 millones de euros).
Cientos de miles de personas fueron evacuadas. Los equipos de rescate siguen trabajando para desalojar pueblos enteros y crecen las protestas de los residentes que preguntan a las autoridades por qué no se cerró el metro de Zhengzhou ante las violentas precipitaciones. 12 personas murieron ahogadas en el metro de la ciudad.
La situación meteorológica en China podría empeorar durante el fin de semana, cuando se espera que el tifón In-fa llegue a la costa este.
29/04/2020 13:50
08/07/2019 10:55