Washington: No a la independencia de Taipéi. Beijing y Estados Unidos, en guerra por los microchips
La administración Biden quiere mantener el statu quo, basado en unas relaciones sólidas pero informales. Gobierno de la isla: "Somos una nación soberana". Estados Unidos quiere impedir la expansión en China de la empresa taiwanesa TSMC, primer productor mundial de microchips.
Taipéi (AsiaNews) - "Taiwán es una nación soberana y no forma parte de China. Esto es un hecho, como lo es el statu quo actual". La declaración de ayer del Ministerio de Asuntos Exteriores de Taiwán no es una respuesta a las habituales reivindicaciones territoriales de Beijing sobre la isla, sino una respuesta velada a las declaraciones de Kurt Campbell, el coordinador para la región indo-Pacífica del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
En una videoconferencia con el think tank australiano Asia Society Policy Institute, Campbell dijo el 6 de julio que Washington apoya "una relación fuerte e informal con Taiwán". Añadió que Estados Unidos "no apoya la independencia" de Taipéi, pero advirtió a China que si se atreve a hacer con Taiwán lo que ha hecho con Hong Kong los resultados serán "catastróficos".
Para Beijing, Taiwán es una "provincia rebelde" y nunca ha descartado reconquistarla mediante el uso de la fuerza. La isla es independiente de facto de China desde 1949; en aquella época, los nacionalistas de Chiang Kai-shek se refugiaron allí tras perder la guerra civil en el continente contra los comunistas, lo que la convirtió en heredera de la República de China fundada en 1912.
Con la Ley de Relaciones con Taiwán (Taiwan Relations Act), Estados Unidos prometió defender a Taipéi. Adoptada en 1979 tras el reconocimiento diplomático formal de la China comunista, la legislación no especificaba la naturaleza real del compromiso de Washington, una "ambigüedad estratégica" que ha dado lugar a continuas tensiones con el gobierno chino.
De forma más matizada que las palabras de Campbell, el Departamento de Estado de EE.UU. repitió ayer que el uso de la fuerza para cambiar el statu quo en el Estrecho de Taiwán sería "un gran error", sea quien sea el responsable.
Según el Pentágono, China no tiene actualmente la capacidad militar ni la intención de invadir Taiwán. Los analistas señalan que uno de los objetivos de Beijing es recuperar la isla para poder controlar la industria local de microchips, una de las más avanzadas del mundo.
La pandemia ha disparado la demanda de chips para vehículos eléctricos, ordenadores y teléfonos inteligentes, lo que ha provocado una escasez de semiconductores en el mercado mundial. Chien Shan-chieh, copresidente de la empresa taiwanesa United Microelectronics Corp. (UMC), dijo ayer que la escasez de microchips persistirá hasta el 2023.
Cabe mencionar que UMC es el segundo productor mundial de microchips: el primero es otra importante empresa taiwanesa, TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing). Según DigiTimes, Washington está presionando a TSMC para que renuncie a su plan de expansión en China, estimado en 2.800 millones de dólares. El gobierno de Biden teme que la empresa taiwanesa pueda ayudar a Beijing a conseguir la autosuficiencia en la producción de semiconductores, que también resulta estratégica en el ámbito militar.
21/03/2023 14:30
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