Washington se dispone a reconocer a Jerusalén como capital de Israel. Revuelta en el mundo árabe

Para los próximos días se aguarda el anuncio de la administración Trump. El ministro de Relaciones Exteriores jordano habla de “consecuencias desastrosas”. El movimiento palestino Hamas llama a la población a reunirse, y amenaza con una nueva intifada. El jefe de la Liga árabe advierte: está en peligro la “estabilidad” del Oriente Medio y del mundo,

Jerusalén (AsiaNews/Agencias) – El ministerio de Relaciones Exteriores jordano lanza una advertencia a los Estados Unidos, en vista de las “consecuencias desastrosas” que devendrían de la [eventual] decisión de la administración estadounidense, en caso de reconocer a Jerusalén como capital de Israel. En una conversación telefónica con el secretario de Estado Rex Tillerson, el responsable de la diplomacia de Amán, Ayman Safadi, resalta que una declaración semejante terminará por inflamar el mundo árabe y musulmán.

La Casa Blanca y el presidente de los EEUU Donald Trump estarían por anunciar, en los próximos días, la decisión de reconocer la ciudad santa como capital del Estado de Israel, disponiendo asimismo el traslado de la embajada. Jared Kushner, yerno de Trump y enviado especial a Oriente Medio, precisa que “por el momento” no se ha tomado ninguna decisión al respecto. Sin embargo, circulan con insistencia los rumores de que el anuncio sería dado hacia el 6 de diciembre.

El Departamento de Estado americano no ha brindado comunicaciones oficiales en ese sentido.

El presidente palestino Mahmoud Abbas ha promovido una campaña de presión internacional, para intentar convencer a Trump de que cambie su posición. En las últimas horas, su oficina ha llevado a cabo una serie de llamadas telefónicas a los líderes del mundo, entre ellos, al presidente francés Emmanuel Macron y al homólogo turco Recep Tayyip Erdogan.

Las perspectivas de un reconocimiento de Jerusalén [uno de los elementos clave del conflicto israelí-palestino, dado que ambas partes reivindican la ciudad como su capital] ya han hecho sonar las alarmas en el movimiento de Hamas, que amenaza con la explosión de una nueva “intifada”. “Hemos de ponernos en guardia ante una decisión semejante –declara el movimiento extremista palestino en un comunicado- y apelamos al pueblo palestino para que retome la intifada, en caso de que sea adoptada esta injusta decisión en relación a Jerusalén”.

Para el jefe de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel por parte de la administración Trump terminaría alentando el fanatismo y la violencia, y no sería funcional al proceso de paz. Una decisión semejante, agrega el líder árabe, representa una amenaza gravísima “para la estabilidad del Oriente Medio y del mundo”.

En las últimas décadas, en Israel ha crecido –fomentada por los partidos fundamentalistas- la idea de considerar a Jerusalén como capital eterna e indivisible. Sin embargo, los palestinos presionan para que en su futuro Estado, Jerusalén oriental sea reconocida como su capital. Desde 1948, las diferentes administraciones americanas han mantenido la línea de la diplomacia entre las partes en lo que se refiere al reconocimiento del estatus de la ciudad santa. Durante su campaña electoral, Trump hizo trizas decenios de equilibrio al anunciar el posible traslado de la embajada, desde Tel Aviv a Jerusalén.