Vijayawada, misionar en las periferias para compartir la alegría del Evangelio
Es la experiencia vivida en las últimas semanas por Sor Priya Moras y Sor Joshma Medepalli, ambas misioneras de la Inmaculada. Las religiosas vivieron en contacto con los jóvenes, los ancianos y los pobres. Desde la catequesis hasta los documentos matrimoniales, desde los sacramentos hasta las visitas a los ancianos, son muchos los frutos de una actividad que busca dar testimonio de Cristo, siguiendo la exhortación del Papa Francisco.
Vijayawada (AsiaNews) - Vivir la misión a través de una experiencia en contacto con los jóvenes, los ancianos, los pobres repartidos en diferentes pueblos y comunidades, para apreciar la "gratitud" de los pequeños gestos y recibir a cambio lo necesario para satisfacer las necesidades diarias. Esta es la experiencia que han vivido en estas semanas Sor Priya Moras y Sor Joshma Medepalli, ambas Misioneras de la Inmaculada (PIME). Ellas trabajan en la pastoral de la parroquia de San Juan Bautista en Kondapavuluru, en la diócesis de Vijayawada, estado de Andhra Pradesh. Compartieron penas y sacrificios, para recibir una "nueva conciencia" del significado de la vida consagrada, del cuidado de la persona y del testimonio de Cristo incluso en las zonas más remotas.
Las dos religiosas explican que se encomendaron a la providencia de Dios para sumergirse a fondo en una "experiencia" que les ayudó a "llevar las cargas de los más pobres". En general estas personas "carecen" de bienes y recursos, pero siempre "están en el corazón de Dios y de su mensaje evangélico". La experiencia, que comenzó el 23 de julio y finaliza el próximo 31 de agosto, responde a la exhortación del Papa Francisco con motivo de la Jornada Misionera 2022: que todo bautizado participe en la evangelización, esté disponible para la misión y dé testimonio del Evangelio con su vida.
Ambas consideran "un privilegio" el hecho de poder experimentar la realidad de la gente de la zona, ayudándoles a "crecer en la fe" en los "misterios" cristianos de la vida y en las celebraciones que se dan junto al sacramento del bautismo. Al principio, el párroco P. Sleeva Raj Bondala, de Kondapaveluru, les presentó a las distintas comunidades y pueblos: Gollanapalli, Gopavarigudem, Kattubadipalem, Chikkavaram, Chintagunta y Purushothapatnam, todos en la diócesis de Vijayawada, y les confió distintas tareas pastorales.
Durante semanas, visitaron a las familias, muchas de las cuales viven situaciones de extrema pobreza y necesidad -en el pasado, incluso eran marginadas y encerradas en guetos. Las religiosas les dieron clases de catecismo, y también invitaron a algunas mujeres a unirse a la Legión de María. Además, las hermanas dieron nueva vida e impulso al grupo de monaguillos, tanto masculinos como femeninos, instruyéndolos en los deberes y la devoción durante el servicio del altar. Trabajaron con los grupos de preparación para la confesión, la comunión y la confirmación, a los que hay que añadir el esfuerzo realizado para regularizar los documentos matrimoniales de 350 familias, que hasta ahora eran nulos por defectos de forma.
En un pueblo también se celebraron 16 bautismos, de adultos y niños. Las religiosas reunieron a los movimientos juveniles locales y animaron el encuentro con distintas actividades. Todas las noches rezaron el rosario y los himnos en comunidad, cada vez en un lugar diferente. También fueron fundamentales las visitas a los ancianos y enfermos, que pudieron beneficiarse de su cercanía y oraciones. Durante estas semanas de misión, dedicaron mucho espacio y dieron mucha importancia a los programas de sensibilización sobre los sacramentos. En particular la comunión, a la que hay que acercarse con regularidad y caminar junto al pueblo de Dios en una perspectiva de sinodalidad, como anhela el Papa Francisco.
10/07/2020 10:17