Vietnam, la salinización del Mekong destruye los cultivos. Millones de personas en peligro de hambruna
Las intervenciones humanas para la explotación de la tierra provocan la salinidad y erosionan el curso de agua. Lo que más incide es la acción de las turbinas y la multiplicación de represas para la producción de electricidad. Action Aid Vietnam: la población está perdiendo "muchos de sus medios de subsistencia". Las comunidades locales planean la reforestación con manglares.
Ciudad de Ho Chi Minh (AsiaNews)- El delta del Mekong, un río que tiene una longitud de casi 5 mil kilómetros, es la principal vía fluvial del Sudeste Asiático. En los últimos tiempos, sin embargo, se ha verificado un aumento de la erosión y la salinidad debido a una serie de causas convergente, en las que tienen un papel decisivo las intervenciones humanas para explotar el curso de agua. La situación pone en peligro la subsistencia de millones de personas, y Vietnam es el país más afectado de toda la cuenca, tanto porque es el último de los seis que atraviesa el río como porque las regiones del sur son las de mayor densidad humana y productiva.
La salinidad del agua y la infertilidad del suelo aumentan debido a la amplitud de las mareas, lo que se combina con la acción de las turbinas marinas emplazadas frente la costa, que utilizan los vientos para aumentar la disponibilidad de electricidad en las zonas costeras. A todo esto se suma la reducción del caudal de agua resultante del creciente número de plantas hidroeléctricas a lo largo de los tramos superior y medio del gran río.
La consecuencia es precisamente una creciente intrusión de agua de mar en los canales del delta y una erosión acelerada del litoral marítimo. Lo que a largo plazo pone en peligro la producción agrícola esencial para la población son dos necesidades encontradas en uno de los primeros países del Sudeste Asiático en términos de capacidad de producción y el tercero en términos de población: la necesidad de disponer de cada vez más energía a costa de un dramático cambio en el ecosistema fluvial y de mantener altos niveles de producción para la agricultura y la pesca, frente a cambios que en parte son espontáneos y en parte debidos a la acción humana.
“Como consecuencia del cambio climático y del uso incorrecto de los recursos del Mekong, la población ha perdido muchos de sus medios de subsistencia. Están perdiendo dónde refugiarse, están perdiendo su agua y millones de personas tienen que trasladarse a otras provincias para encontrar trabajo”, señala Hoang Phuong Thao, director regional de Action Aid Vietnam, una organización comprometida con la lucha contra la pobreza.
En un esfuerzo por limitar la erosión, las comunidades locales de algunas zonas están planeando la reforestación con manglares, una forma natural de abordar el problema. Sin embargo, dada la creciente salinidad del agua dulce, muchos agricultores se han asociado para poner en marcha iniciativas que reemplazan la producción agrícola -en primer lugar el arroz- por la cria de camarones.
La migración hacia zonas industriales, grandes ciudades o incluso al exterior es otra respuesta de la población local a las crecientes dificultades de la agricultura en el delta del Mekong. Algunos observadores consideran que la migración es una solución positiva porque permite proporcionar una mayor estabilidad de ingresos a las familias, pero otros la critican porque acelera los cambios en el panorama económico, social y ambiental.
