Vicario de Arabia: un 'vínculo enriquecedor' entre el Vaticano y Omán

Mons. Martinelli visitó el sultanato, que a finales de febrero estableció plenas relaciones con la Santa Sede. Una decisión que abre el camino a "mayores iniciativas de cooperación" en un clima ya de gran confianza. El deseo de una mayor presencia de sacerdotes y la apertura de un instituto femenino. Una Iglesia de migrantes muy diversa internamente, pero unida y participativa.

Mascate (AsiaNews) - El anuncio de las "plenas" relaciones oficiales entre la Santa Sede y Mascate es una "noticia muy positiva", que tiene como base un "vínculo" que puede ser "enriquecedor para ambos", pero sobre todo para "la misma Iglesia" presente en Omán. Es lo que recalcó a AsiaNews monseñor Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia del sur (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), comentando las plenas relaciones diplomáticas que pronto llevarán a la apertura de una nunciatura y una embajada en los respectivos territorios. "Estas relaciones oficiales permitirán mayores iniciativas de cooperación" entre las partes, prosiguió el prelado, en un clima que ya es de gran confianza y colaboración.

Al relatar la vida de la comunidad local, el Vicario de Arabia habló de una "Iglesia deseosa de contribuir al bien de la sociedad" y, a diferencia de otras realidades más complicadas del Golfo [léase Arabia Saudita, donde sólo prevalece el islam sunita], "ya gozamos de libertad de culto". Además, las relaciones oficiales con la Santa Sede "pueden abrir mayores posibilidades de colaboración", añadió, incluso en lo que se refiere a los sacerdotes, que actualmente son 12 en la zona. "Esperamos poder contar con algunos más en el futuro", deseó.

Entre los otros objetivos de monseñor Martinelli está también "la posibilidad de tener algunas comunidades femeninas de vida consagrada". Una presencia, advirtió, "muy significativa tanto para los fieles como para la sociedad" por lo que puede aportar en muchos campos. Y junto a la libertad religiosa "que ya tenemos, sería bonito poder dar una contribución positiva" también "a través de iniciativas sociales y educativas" como sucede en muchas realidades donde la Iglesia está presente y activa a nivel pastoral.

Hablando de la comunidad católica en Omán, el Vicario de Arabia la definió con "características sustancialmente similares a la de los Emiratos Árabes Unidos", aunque los fieles, si bien "presentes en buen número", son actualmente "menos numerosos" que en el país vecino. También en el Sultanato se trata de una "Iglesia de migrantes", ya que, aunque golpeada por una guerra desastrosa y olvidada, sólo la comunidad católica de Yemen está formada por "nativos". "El número de fieles en Omán es muy variable" -continuó- y está ligado a las oportunidades "de trabajo. Por ejemplo, la época de la pandemia [Covid-19] obligó a muchos a abandonar el territorio" precisamente por la falta de empleo.

En el sultanato hay cuatro parroquias: dos en Mascate, la capital, una en Salalah y otra en Sohar. Presenta una gran variedad a nivel comunitario, explicó el prelado, porque está "formada por personas de diferentes naciones, lenguas, culturas y ritos" unidas, a pesar de todo, por un gran deseo de "participar" en las ceremonias, en las que son numerosos, y "en el compromiso en distintas obras parroquiales, asociaciones y movimientos eclesiales".

Para captar el valor estratégico de Omán en la región, a nivel eclesiástico se recuerda con frecuencia la historia del secuestro del salesiano indio p. Tom Uzhunnalil, por parte de un grupo yihadista en Adén (Yemen), que fue liberado después de algún tiempo precisamente gracias a la mediación de Mascate. El sultanato es también fundamental en los equilibrios entre Arabia Saudita e Irán, las dos grandes potencias regionales divididas económica, religiosa e ideológicamente, que representan las referencias mundiales sunitas y chiitas por excelencia.

"Las relaciones con los dirigentes políticos locales son muy buenas en este momento", subrayó Mons. Martinelli, y se caracterizan por la "amabilidad" y porque "están dispuestos a ayudarnos cuando tenemos alguna necesidad". Por último, quiso destacar el papel del Papa Francisco y su "atención" a la región árabe para fortalecer los vínculos en el Golfo y con el mundo musulmán, empezando por sus viajes a Abu Dabi y Bahréin. "Su incesante promoción del diálogo interreligioso y la paz", concluyó, "influyó a la hora de alcanzar a este momento histórico en el que Omán y la Santa Sede establecen relaciones diplomáticas estables".