Vicario de Arabia: ‘Masacre de niños, en Yemen ya no se respetan las reglas’
Un ataque de la coalición guiada por Riad ataca a medios cargados de civiles. El balance habla de 43 muertos y más de 60 heridos. Mons. Hinder: Evidente “sentido de impotencia” frente a una tal situación que es “terrible”. Casi imposible llevar ayudas y hay pocas esperanzas de los coloquios de paz en Ginebra de la Onu en setiembre.
Sana (AsiaNews)- En la guerra en Yemen “ya no se respeta ninguna regla, cada parte acusa a la otra de violencia” y no se tienen certezas “sobre las responsabilidades” frente a esta escalada “es evidente el sentido de impotencia y de total desarme”. Es cuánto subraya a AsiaNews, Mons. Paul Hinder, vicario apostólico para Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), el día después del ataque contra el autobús lleno de niños, que provocó decenas de víctimas. “Sin embargo, quien sea responsable de estas masacres- advierte el prelado- es un verdadero irresponsable que obra en violación de cualquier regla, también basilar, en un contexto de guerra”.
Detrás del ataque en Dahyan, en la provincia de Saada (bastión de los rebeldes Houthi), estaría la coalición árabe guiada por los sauditas, ya acusada en el pasado de ser responsable del 51% de los decesos entre los civiles, entre los cuales hay también niños.
En la mira de los misiles de Riad un autobús que estaba transportando a un grupo de escolares, que volvían de un paseo. Comentando la operación el coronel Turki Al-Maliki, vocero saudita, en cambio la definió como “legítimo” el ataque porque era una respuesta a los ataques de los Houthi “responsables del lanzamiento de un misil” en el sur de Arabia Saudita.
El balance actualizado habla al menos de 43 muertos, entre los cuales habría una treintena de niños entre los 6 y los 14 años; más de 60 heridos. El equipo de salvataje extrajo de las chapas del medio a los niños con sus mochilas todavía en sus espaldas y con sus delantales. Cuando fue atacado el medio estaba detenido cerca de un mercado, para permitir a un grupo comprar bebidas para refrescarse durante el viaje.
La Cruz roja internacional comunica que recibió en la estructura de Saada los cadáveres de 29 niños, todos por debajo de los 15 años y 48 heridos entre los cuales 30 menores de edad. Y otros 36 heridos, entre los cuales hay 24 niños que fueron registrados en el hospital de al-Jomhouri dirigido por los Médicos sin fronteras (MSF), todos en evidente estado de shock.
Una violencia sin fin que se consuma en la impotencia de la diplomacia internacional. En estas horas el enviado especial de la Onu para Yemen, Martin Griffiths convocó una nueva ronda de coloquios de paz en Ginebra para el 6 de setiembre, pero la esperanza de paz son pocas. “La situación es terrible-afirma Mons. Hinder- cuanto sucedido ayer es el ápice de una crueldad increíble”. El prelado se augura que “la diplomacia se mueva”, pero “faltan al menos 4 semanas para los coloquios de paz y mientras tanto, la guerra continúa. Debemos sólo esperar y rezar”.
Las dificultades atravesadas por el país árabe son evidentes también “en la fatiga que se hace para ayudar a la población” y en la imposibilidad de llevar “ayudas materiales y en dinero”. El sentido de “impotencia” es “fuerte”, concluye el prelado, que quiere agradecer al Papa Francisco “por los numerosos pedidos por la paz” en la esperanza que “puedan traer frutos”.
La portada del conflicto en Yemen fue confirmada por las cifras: 20 millones de personas dependen de las ayudas humanitarias; 17,8 millones de personas sufren inseguridad alimentaria; 16,4 millones de personas no tienen acceso a la asistencia sanitaria. Según un balance de la Organización mundial de la salud (OMS) desde 2015, fecha del inicio de la guerra, ya se registraron unos 10 mil muertos y 55 heridos. La situación se agravó en el último período, después de la ofensiva lanzada por las fuerzas sauditas, para la conquista del puerto y del aeropuerto de Hudaydah. En el enfrentamiento entre las partes se agregan también los Emiratos Árabes Unidos (EAU), los cuales rechazan al remitente cualquier acuerdo entre las partes para el cese del fuego apoyado por las Naciones Unidas que no prevea el completo retiro de los Houthi.