Vicario de Arabia: con el Papa Francisco rezamos por «la paz y la felicidad» de los niños

El fin de semana se celebra la primera Jornada Mundial del Niño, fuertemente deseada por el pontífice. Mons. Martinelli se reunió con un grupo de niños, respondiendo a sus preguntas e invitándoles a poner «su alegría y entusiasmo» al servicio de la Iglesia. En Hong Kong se celebró un encuentro de un centenar de jóvenes para compartir experiencias y expectativas.

Dubai (AsiaNews) - Un evento «completamente nuevo» y una «iniciativa maravillosa» fruto de la «bella idea» del Papa Francisco que «nos hace sentir unidos a todos los niños del mundo». Así lo subraya monseñor Paolo Martinelli, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), en un mensaje publicado con motivo de la primera Jornada Mundial de la Infancia prevista para el fin de semana en Roma. «Con esta celebración -explica el prelado en la nota enviada a AsiaNews- queremos ante todo celebrar a todos los niños del mundo y dar gracias a Dios por el don de sus vidas. Queremos rezar y trabajar» para que puedan tener “una infancia serena” en la que “estudiar y jugar en paz”. Dirige su pensamiento a los que viven «en zonas donde no hay paz» y les pide que recen para que «vivan felices» y libres del miedo a las bombas.

"Con esta celebración, el Papa -continúa monseñor Martinelli- quiere recordar a todos que somos niños. Siempre somos niños, hijos e hijas. Existir significa ser querido y amado. Es triste que lo olvidemos cuando crecemos y nos hacemos adultos. Nunca debemos olvidar que para ser adultos, para ser padres y madres, nunca debemos dejar de ser niños en nuestro corazón, seguros de ser amados». Al concluir su mensaje, el prelado recordó el tema de la jornada «He aquí que yo hago nuevas todas las cosas», subrayando que los niños «son una novedad continua y nos ayudan a renovar cada día el mundo con el amor de Dios».

Los días 25 y 26 de mayo está previsto que se celebre en Roma la primera Jornada Mundial de la Infancia, fuertemente deseada por el Papa Francisco para poner a los más pequeños «en el centro de la realidad» siguiendo el ejemplo de Jesús, porque los que son como ellos «pertenecen al reino de Dios» como dijo el propio pontífice. Un evento que tendrá lugar entre el Estadio Olímpico y la Plaza de San Pedro, organizado bajo el patrocinio del Dicasterio para la Cultura y la Educación, dirigido por el Card. José Tolentino de Mendonça. Hoy es la primera cita en el estadio de la capital, donde decenas de miles de niños (procedentes también de zonas de guerra como Gaza, Ucrania y Siria) se encontrarán con el Papa, en momentos de deporte -incluido un partido entre niños y futbolistas internacionales- y espiritualidad. Mañana, fiesta de la Santísima Trinidad, se reunirán en la plaza de San Pedro para la misa celebrada por Francisco, seguida de un monólogo de Roberto Benigni al final del Regina Coeli.

Con motivo de la jornada, el Vicariato de Arabia Meridional promovió una serie de iniciativas, entre ellas presentaciones en vídeo (en inglés y árabe) y un encuentro con un grupo de niños, hijos de trabajadores migrantes como la inmensa mayoría de los fieles de la región. Monseñor Martinelli respondió a una serie de preguntas (pulse aquí para ver el vídeo), que abarcaron diversos temas, desde la fe hasta la vida cotidiana. « Ustedes los niños», respondió el prelado, son «muy importantes» también para los adultos porque «son el futuro», son la «esperanza de la humanidad» y «cuando los miramos somos felices». Recordó que estaba «nervioso» cuando llegó hace dos años al vicariato, pero ahora «me siento mucho mejor», también porque gracias a ser obispo «nunca estoy solo» sino que «estoy siempre entre la gente, los niños y soy muy feliz cuando puedo hablar con ellos».

Continuando el diálogo, Mons. Martinelli subrayó que «siempre podemos aprender muchas cosas de los niños. En primer lugar, a seguir siendo niños en nuestro corazón. ¿Qué significa ser niño? Significa que somos amados, somos sin distinción, somos acogidos [...] nos sentimos elegidos y amados por Dios para siempre». Preguntado por sus recuerdos de niño, el prelado responde que el «mejor» es «cuando empecé a rezar con mis padres y hermanos al final de cada día antes de ir a dormir». Y a la pregunta de cómo un niño puede servir a la Iglesia, concluye diciendo: «Dejemos que los niños sean niños. Con su alegría, su entusiasmo».

En los últimos días también se han celebrado iniciativas para la Jornada Mundial en otras Iglesias de Asia, como la diócesis de Hong Kong, que el 18 de mayo reunió a un centenar de niños de varias escuelas y parroquias en la iglesia de Santo Tomás Apóstol Tsing Yi. Una iniciativa promovida por la Comisión Diocesana de Vocaciones, la Comisión Diocesana de Juventud, el Centro Catequético Diocesano, el Consejo Central de Laicos Católicos de Hong Kong y Home for Greenery, un grupo laico para niños de familias marginadas.

Los niños se dividieron en 14 grupos para hablar de su escuela, parroquia y familia ideales bajo la guía de profesores y catequistas en un debate de 40 minutos, y luego expusieron sus puntos de vista en el escenario al obispo auxiliar Joseph Ha Chi-shing. Entre los que tomaron la palabra se encontraba Marcus Kwong, de 12 años, alumno de la Yaumati Catholic Primary School [Hoi Wang Road]: dijo que esperaba que las parroquias organizaran más peregrinaciones al extranjero para fomentar una mayor participación y proporcionaran confesionarios en un lugar más privado de la parroquia. A continuación, Gabriella Tang, una delegada de 11 años que representará a Hong Kong en Roma en el Día Mundial de la Infancia, compartió sus esperanzas de una familia armoniosa.