Vicario de Alepo: Que la tregua traiga alivio a una población extenuada por los bombardeos

Para mons. Georges Abou Khazen en la metrópolis del norte la situación “sigue siendo dura”. La gente tiene miedo de celebrar el Eid al-Fitr por temor a que haya ataques. Mejoran los suministros de luz y agua. La Iglesia preparó campos de verano y momentos de desahogo para una comunidad martirizada. Agradecimiento al Papa por el apoyo y la solidaridad.

Alepo (AsiaNews)- La situación de Alepo “sigue siendo dura”, combates y lanzamientos de cohetes y morteros contra los barrios civiles “continúan sin cesar”; la gente tiene miedo de “salir a la calle para celebrar la fiesta de Eid al-Fitr, que marca la finalización del Ramadán, el mes sagrado islámico de ayuno y oración. Es cuanto narra a AsiaNews, mons. Georges Abou Khazen, vicario apostólico de Alepo de los Latinos, sobre una realidad marcada por años de guerra y violencia y desde hace un tiempo convertida en epicentro del conflicto sirio. El prelado subraya al mismo tiempo algunas (pequeñas) mejorías: “La luz es proporcionada por dos o tres horas por día-explica- y también el agua llega ya a casi todos los barrios, una bella noticia, visto el clima caluroso de este período.

Ayer por la tarde, con un sorpresivo anuncio, el ejército sirio declaró un cese del fuego unilateral por setenta y dos horas en todo el país, en concomitancia con los festejos de la finalización del mes sagrado del islam. El “régimen de silencio” permanecerá en vigor, según lo que refieren los militares, “hasta medianoche del viernes 8 de julio”.

Precedentemente el presidente sirio, Bashar al-Assad apareció en público fuera de la capital Damasco -un evento bastante raro en estos últimos años de guerra- participando en una oración por el Eid al-Fitr programada en Homs. Una ciudad que también ha sido por mucho tiempo centro de la violencia, en el contexto de un conflicto quinquenal que, hasta ahora, ya causó doscientos cincuenta mil muertos y millones de evacuados, originando una de las peores crisis humanitarias de la historia.

El anuncio de la tregua, dice a AsiaNews, mons. Georges Abou Khazen, “es una bella noticia, esperemos que realmente dure. Es una ocasión para dar un poco de alivio a la población y que le permitan poder festejar, si bien en Alepo y los alrededores de la ciudad los combates y bombardeos continúan sin cesar”.

Los denominados grupos rebeldes, que controlan el sector oriental de la capital del norte de Siria, “continúan los bombardeos a los barrios civiles” subraya el prelado. Se trata de “golpes aislados”, pero que provocan temor, mientras “alrededor de la ciudad” hasta la tarde de ayer se realizaban “fuertes combates”. Detrás de los ataques están los grupos rebeldes y las facciones extremistas, entre los cuales figuran los milicianos de al-Nusra (al-Qaeda en Siria); los yihadistas del Estado islámico se encuentran todavía a unos veinte kilómetros de la metrópolis.

Mientras tanto, la comunidad musulmana de Alepo busca, en lo posible, celebrar la fiesta del Eid al-Fitr. “La pobre gente espera la fiestac-dice el vicario apostólico- para comprar ropa, comida, cocinar los mejores platos; sin embargo el alto costo de la vida, la pobreza, el peligro de violencia son una constante y afectan a todos, prescindiendo de la fe”. En esta fiesta, prosigue, normalmente las personas “salen a las calles, a los jardines públicos para festejar, pero hoy no es posible, porque es demasiado alto el riesgo de ser atacados. Se desplazan lo menos posible y lo indispensable, tratando de no exponerse demasiado”.

En este contexto los cristianos “tratan de llevar adelante sus actividades”, como sucede en la parroquia “con los grupos, las familias, los niños”, explica mons. Khazen. Entre las varias iniciativas, narra el prelado, la de llevar a turnos a grupos-familias, niños, etc- a una localidad cerca de Latakia, de hace poco reabierta, “para pasar algunos días de vacaciones y salir de la violencia de la ciudad”. Además organizan “campos de verano para los estudiantes realizados junto a los salesianos”, durante los cuales “entretenemos a los niños, les damos una comida caliente, los hacemos jugar, estudiar, desahogarse…”.

El vicario de Alepo además preparó una piscina y algunos campos de juego “para las familias, pero sobre todo para los más pequeños”, que son los primeros que sufren los traumas de la guerra y en muchos casos “no tiene ningún lugar adonde ir y ciertamente no se pueden permitir unas vacaciones”

Si bien los jóvenes del vicariato no podrán participar a la Jornada mundial de la Juventud, en programa para fin de mes en Cracovia (Polonia), la Iglesia se está organizando “para celebrar una jornada en contemporánea con la JMJ, siempre gracias a la ayuda de los salesianos. Nuestro objetivo-explica el vicario- es hacer sentirse partícipes también a nuestros jóvenes”.

Y luego un agradecimiento especial dirigido al Papa Francisco, que también en estos días demostró su propia cercanía con Siria y su pueblo. En un video mensaje en ocasión de la campaña por la paz en Siria promovida por Caritas Internationalis sobre el tema “Siria, la paz es posible”, el pontífice subrayó que “todos deben reconocer que no hay una solución militar”, sino sólo una política. “Francisco-subraya el vicario de Alepo-le interesa nuestra condición y está siempre informado sobre todo lo que sucede. Esperamos que sus mensajes lleguen a buen fin, porque se necesita la voluntad de la comunidad internacional, de las grandes potencias”. Por último él renueva el pedido contra las armas: “Basta de venderlos, basta de traficarlas-concluye el prelado- porque son medios de destrucción. La convivencia es posible, pero sólo a través de la paz y de la reconciliación” (DS).