Vaticano: Estado islámico, el mundo no puede callar. Pero la respuesta no está sólo en las armas
Ciudad del Vaticano (AsiaNews).- La comunidad internacional "no puede permanecer inerte, el mundo no puede callar delante de la masacre de personas sólo por su pertenencia étnica o religiosa". Para frenar lo obrado por algunos grupos extremistas que provocan "un grave preocupación", en particular "el así llamado Estado islámico", la respuesta militar sola no basta: "Es necesario profundizar el problema de las causas, que son explotadas por la ideología fundamentalista". Es el sentido del comunicado conclusivo se la reunión de los Nuncios de Medio Oriente, convocada por el Papa Francisco del 2 al 4 de octubre en el Vaticano. Junto a los representantes pontificios, también los observadores permanentes de la Santa Sede junto a la ONU y la UE y los superiores de los dicasterios vaticanos relacionados con la cuestión.
En el texto los representantes del pontífice expresan la cercanía con los Patriarcas, a los pastores, a los cristianos pero también a las otras componentes religiosas y étnicas de Medio Oriente, que "sufren a causa de la violencia" en la región sobre todo en Irak y Siria. Sin embargo, la verdadera alarma proviene de la violencia, a la cual se corre el riego de acostumbrarse, como si fuese una crónica cotidiana". "Esta actitud debe cesar". Los sufrimientos "son amplificados por el tráfico de armas y los de los seres humanos: a todos va garantizada, sin discriminaciones, la debida asistencia humanitaria".
"Grave preocupación", se lee aún, por lo que han hecho algunos grupos extremistas y "en particular el así llamado Estado islámico, cuyas violencias y abusos no nos pueden dejar indiferentes. No se puede callar, ni la comunidad internacional puede permanecer inerte, frente a la masacre de personas solamente a causa de su pertenencia religiosa o étnica, frente a la decapitación y crucifixión de seres humanos en las plazas públicas, frente al éxodo de miles de personas, a la destrucción de los lugares de culto".
Como ya subrayado por Francisco, también los Nuncios refirman que "es lícito parar al agresor injusto, siempre en el respeto del derecho internacional". No obstante, "no se puede confiar la resolución del problema a la sola respuesta militar, sino que eso se debe enfrentar más profundamente a partir de las causas que están en el origen y que son aprovechadas por la ideología fundamentalista". En esta óptica "un rol importante deberían desarrollarlo los líderes religiosos, cristianos y musulmanes, colaborando para favorecer el diálogo y denunciando claramente la instrumentalización de la religión para justificar la violencia".
Los cristianos y los otros grupos étnicos y religiosos en la mira del terrorismo, "tienen el derecho de permanecer en sus tierras de origen y, si fuesen obligados a emigrar, el derecho de volver en las condiciones adecuadas de seguridad, teniendo la posibilidad de vivir y de trabajar en libertad y con prospectivas para el futuro. Están en juego principios fundamentales. Como el valor de la vida, la dignidad humana, la libertad religiosa y la convivencia pacífica y armoniosa entre las personas y entre los pueblos".
En conclusión, los diplomáticos subrayan que "no se puede uno resignar en pensar en el Medio Oriente sin cristianos, que de hace 2 mil años confiesan a Jesús. Ellos quieren continuar contribuyendo al bien de la sociedad, injertados como ciudadanos a pleno título en la vida social, cultural y religiosa de las naciones a las cuales pertenecen. En ellas ellos desarrollan un rol fundamental como artífices de paz, de reconciliación y de desarrollo".
19/11/2013