Una mujer batak de Sumatra recibió el 'Nobel' de los ecologistas
Delima Silalahi, de 46 años, fue galardonada con el Premio Goldman por la batalla que permitió a seis tribus recuperar más de 17,000 acres de bosque que una gran empresa de producción de pulpa y papel estaba transformando en una plantación de eucaliptos. Debido a los incendios en bosques y turberas, se considera que Indonesia es uno de los países más responsables del aumento de los gases de efecto invernadero.
San Francisco (AsiaNews/Agencias) - Delima Silalahi - una mujer indonesia de la etnia batak del distrito de North Tapanuli, en el norte de Sumatra - es una de los seis ganadores anunciados ayer de la edición 2023 del Premio Goldman, el galardón más importante del mundo relacionado con el tema de la protección del medio ambiente.
Delima Silalahi, de 46 años y directora ejecutiva de la ONG Kelompok Studi dan Pengembangan Prakarsa Masyarakat (KSPPM), fue galardonada por haber liderado una campaña que permitió que seis comunidades indígenas del norte de Sumatra obtuvieran el reconocimiento de sus derechos sobre 17.824 acres de selva tropical. El activismo de su comunidad recuperó esta tierra que se encontraba en manos de una empresa productora de pulpa y papel, que la había convertido parcialmente en una plantación industrial de eucaliptos. Ahora que las seis comunidades han recuperado la propiedad, han comenzado a restaurar en esas zonas las especies forestales autóctonas.
Indonesia -recuerdan los impulsores del Premio Goldman en su exposición de motivos- es uno de los países con mayor responsabilidad en el aumento de los gases de efecto invernadero debido a la tala y quema de bosques y turberas para la creación de plantaciones industriales. Entre 2015 y 2019 se quemaron 10,8 millones de acres de bosques y turberas, una superficie mayor que la extensión total de los Países Bajos. Al mismo tiempo, Indonesia cuenta con la tercera mayor superficie de selvas tropicales del mundo que pueden almacenar ingentes cantidades de carbono, lo que es esencial para combatir el cambio climático.
En los últimos años, Toba Pulp Lestari (TPL), una empresa productora de pulpa y papel, ha invadido los bosques del norte de Sumatra. Cuando las comunidades locales protestaron por la destrucción de sus bosques, la empresa llamó a la policía, que dispersó y detuvo por la fuerza a los manifestantes.
En 2013 un fallo de la Corte Constitucional confirmó que los bosques consuetudinarios no son bosques estatales, dando a los pueblos indígenas de Indonesia la oportunidad de reclamar la gestión legal de sus territorios tradicionales. Profundamente preocupada por la expropiación masiva de tierras indígenas en favor de la industria de la celulosa y el papel -y su enorme impacto en los bosques de la región del lago Toba- Delima y su equipo en la KSPPM comenzaron a organizar a las comunidades locales para reclamar sus derechos.
Ha viajado de aldea en aldea instruyendo a las comunidades, a pesar de que en las comunidades de Tano Batak las mujeres suelen estar excluidas de la toma de decisiones. En febrero de 2022, gracias a los esfuerzos de Delima y su equipo, el gobierno de Indonesia otorgó a seis comunidades Tano Batak la gestión legal de 17 824 acres de sus bosques tradicionales. Delima y la KSPPM colaboran con las comunidades para la reforestación y restauración de los ecosistemas, aumentando la cubierta arbórea de los bosques y su resiliencia natural al clima.
Junto con Delima Silalahi, el Premio Goldman 2023 fue otorgado a los activistas Zafer Kizilkaya (Turquía), Alessandra Korap Munduruku (Brasil), Chilekwa Mumba (Zambia), Tero Mustonen (Finlandia) y Diane Wilson (Estados Unidos).
Photo: Edward Tigor/Goldman Price
14/01/2021 14:58
16/11/2020 11:41