'Una Navidad austera, hay que ayudar a las víctimas del tifón'

El presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, Mons. David pide que se renuncie a los "banquetes copiosos" para colaborar en la ayuda a las poblaciones afectadas en las Visayas y el norte de Mindanao. El número de víctimas subió a 375, entre ellas un sacerdote. En Cebú, los misioneros verbitas acogieron a 44 familias pobres en su hogar. Recién al cabo de una semana pudieron llegar hasta una ciudad que quedó aislada.

Manila (AsiaNews) - "En vez de gastar en banquetes lujosos para Navidad e intercambiar regalos, quizás podríamos poner en común todo lo que podamos reunir y colaborar a las operaciones de ayuda de las poblaciones afectadas por el tifón". Mons. Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan y presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, repitió una vez más su pedido a los fieles, en las vísperas de una Navidad que quedará profundamente marcada en el archipiélago por la destrucción que ha dejado a su paso el súper tifón Rai (rebautizado como Odette en Filipinas). El cálculo oficial de víctimas se ha elevado a 375, pero miles de familias han perdido todo lo que tenían.

La Iglesia Católica de Filipinas ha convocado a una campaña extraordinaria de oración y solidaridad con las poblaciones afectadas los días 25 y 26 de diciembre que acompañará las celebraciones navideñas. Los ingresos se destinarán a apoyar las iniciativas que Caritas está llevando a cabo en las 10 diócesis más afectadas, en la zona entre las Visayas y el norte de la isla de Mindanao.

En Cebú, los misioneros verbitas recibieron en su casa a 44 familias pobres que el tifón ha dejado sin agua ni electricidad. La archidiócesis de Cebu también confirmó que entre las víctimas hay un sacerdote, el P. Eliseo "Leo" Fernández, párroco de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva en Badian.

Recién hoy, una semana después del desastre, los rescatistas consiguieron llegar a la ciudad de Malabuyoc, que había quedado completamente aislada del resto de la provincia de Cebú debido al colapso de dos puentes. Una columna de vehículos transportó provisiones de arroz, agua y artículos de primera necesidad. De las 4 mil viviendas de la localidad, cerca del 90% resultaron dañadas y el 20% completamente destruidas. La situación también es dramática en la isla de Bohol, un conocido destino turístico. Solo en Bohol hay 98 muertos y 16 personas están desaparecidas. El problema más grave es el agua potable, que sigue escaseando por falta de abastecimiento.