Un obispo indio decide volver a la vida de ermitaño
Es el caso de Mons. Jacob Muricken,, obispo auxiliar de Palai. “Mi vida será gastada en oración. meditación, estudios bíblicos y en la escritura”. “No es odiar al mundo, sino enseñar a los hombres a mirar el mundo en el modo justo, fijando nuestros ojos sólo a Dios”.
Palai (AsiaNews) - Por primera vez en la historia de India, un obispo en servicio expresa su firme deseo de seguir una vida espiritual más profunda como los ermitaños de la antigua Iglesia. Es el caso de Mons. Jacob Muricken. Consagrado obispo auxiliar de Palai en 2012, el obispo, confirma haber recibido n 2017 la llamada interior a vivir como un solitario, abandonando a Dios en la vida ascética. n 2018, escribió una carta al Sínodo de la Iglesia Siro-malabar guiada por el Card. George Alencherry y por el obispo Mar Joseph Kallarangattu.
El obispo Muricken conduce una vida muy simple desde el inicio de su sacerdocio y en 2016 decidió donar uno de sus riñones a un hombre de 31 años perteneciente a una pobre familia hindú. El obispo Muricken confirma que su llamada es la de conducir una vida ascética como ermitaño, práctica que era común en la antigua Iglesia y que en un cierto modo se interrumpió. “Fui llamado a retomar este estilo de vida ermitaña. confirma el obispo y esto reforzará más a la Iglesia”.
“El ermitaño es una persona que contempla a Dios y vive completamente en unión con la naturaleza- continúa el obispo- utiliza sólo lo que le es esencial para la vida. La vida será gastada en oración, meditación, estudios bíblicos y en la escritura, lo que me permitiría conducir una vida de silencio. Una sola comida por día y será exclusivamente vegetariano, Cocinaré yo solo y utilizaré un cama y silla de madera y piedra. No es odiar al mundo, sino enseñar a los hombres a mirar el mundo en el modo justo, fijando nuestros ojos sólo en Dios”.
A la pregunta si tendrá oportunidad de entrar en contacto con los fieles, el obispo Jacob dice que una vez por mes existirá esa posibilidad, een manera controlada, de visitarlo. Afirma que su llamada a vivir como ermitaño es para todos y dará fruto para todos los fieles y el mundo mismo.
En una reciente entrevista concedida al periódico católico Deepika ( cotidiano regional de Kerala), Mons. Jacob confesó que la suya será una vida de contemplación delante del Tabernáculo. Sobre la elección del lugar donde vivir, su obispo Mons. Kallarangattu le sugirió vivir en el territorio de la diócesis. Porque la vida ermitaña no es posible entre las personas conocidas, el obispo Jacob desea transcurrir su vida como ermitaño sobre la cima de la colina de Nallathanni en el distrito de Idukki en los locales de un monasterio existente, conocido como Marthoma Sleeha Monastry.
Este humilde obispo no exita en afirmar que no las personas, sino que el servicio es importante. “Si dejo mi responsabilidad a la diócesis. continúa- Dios asignará el más adapto a aquella posición. Mis oraciones contribuirán con más fuerza y espíritu a nuestra Iglesia. San Francisco de Asís es el santo que me influenció más en mi vida. Mi llamada a la ermita es una llamada al más alto nivel de conversión y a la santidad”.
El obispo Jacob está aún en la espera del consentimiento dl Card. Alencherry - arzobispo mayor de rito Siro-malabar-y del Sínodo de los obispos siro-malabar. Después la decisión será comunicada a la Congregación de las Iglesias orientales.
23/12/2015