Ulan Bator está de luto por el p. Kim, el misionero de la iglesia-ger

de Chiara Zappa

Fidei donum de la diócesis de Daejeon, estuvo al servicio de la muy pequeña grey católica de Mongolia durante veinte años. Falleció hoy repentinamente a los 55 años. Vicario general del Card. Marengo en la prefectura apostólica, vivió algunos años en la estepa compartiendo la vida cotidiana de los pastores nómadas. Hace unos días había hablado con AsiaNews sobre los desafíos de su misión con los jóvenes de la capital.

Ulan Bator (AsiaNews) - La pequeña Iglesia de Mongolia, que espera en septiembre la anunciada visita del Papa Francisco, está de luto por la repentina muerte del p. Kim Stephano Seong Hyeon, sacerdote coreano fidei donum y vicario general de la Prefectura Apostólica de Ulan Bator. El P. Kim, de 55 años, falleció esta mañana debido a un infarto cuando se encontraba en su parroquia de la catedral de los Santos Pedro y Pablo.

Procedente de la diócesis coreana de Daejeon, el sacerdote llegó a Mongolia en 2002, donde trabajó intensamente para crear la parroquia de Santa Maria Assunta en Khan Uul, en la capital. Luego se trasladó a la zona de Erdenesant, en la estepa, a 200 km de Ulan Bator, y pasó varios años compartiendo la vida cotidiana de los pastores nómadas, que siguen siendo muy numerosos en el país. Vivía en un ger, la típica tienda mongola, y se trasladaba a caballo.

En 2020 monseñor Giorgio Marengo, misionero de la Consolata y nuevo obispo de la capital (posteriormente creado cardenal en agosto del año pasado por el Papa Francisco) lo nombró vicario. Desde entonces el padre Kim repartía su tiempo entre la atención pastoral de los fieles de la parroquia de la catedral -350 católicos bautizados-, la asistencia espiritual a la comunidad coreana y las tareas de la Prefectura Apostólica.

En una entrevista concedida a AsiaNews hace pocos días en su parroquia, el sacerdote recordaba los primeros años de misión en Ulan Bator, cuando "abríamos las puertas de nuestra iglesia-ger sin saber a quién acogeríamos" y los desafíos del presente, sobre todo un mundo juvenil en transformación, "menos atado a las tradiciones y fuertemente influido por la difusión de nuevos medios de comunicación".

En la Misa de sufragio que se celebró por la tarde en la catedral de los Santos Pedro y Pablo, presidida por el cardenal Marengo, eran muchos los fieles mongoles que, emocionados e incrédulos, junto con los misioneros y su pastor quisieron presentar sus respetos llenos de gratitud al padre Kim Stephano por los años que entregó con pasión al pequeño rebaño del país asiático. Después de los funerales, que se celebrarán en los próximos días, el misionero será enterrado en Ulan Bator, cerca del primer obispo de Mongolia, el filipino Wencenslao Padilla (de los misioneros de Scheut).

La Iglesia católica mongola, nacida en 1992 con la apertura que sobrevino después de 70 años de régimen comunista, cuenta hoy con unos 1.300 fieles. Hay 77 misioneros en el país, entre sacerdotes, religiosos y laicos. En Mongolia la religión mayoritaria es el budismo aunque, tras largas décadas de ateísmo de Estado, más del 30% de la población se declara no religiosa. Precisamente a esta periferia de la Iglesia tiene previsto realizar una visita pastoral el Papa Francisco el próximo mes de septiembre, como ya ha anunciado en varias oportunidades.