Turquía en el gran juego de Asia Central
Los rusos están acostumbrados a considerar a los países del " patio asiático " como parte natural de su esfera de influencia, y Moscú difícilmente puede alegrarse del activismo turco en la región. Sin embargo, Putin está hoy obligado a mantener buenas relaciones con Erdogan.
Estambul (AsiaNews) - Turquía se esfuerza por ampliar su influencia económica y diplomática en Asia Central, encrucijada actual de tantos intereses geopolíticos, jugando un juego muy ambiguo en sus relaciones con Rusia. Como observan muchos comentaristas, esto también podría provocar diversas tensiones con Estados Unidos, con China observando la situación en segundo plano. Desde la reunión del pasado noviembre en Astana ( Kazajistán), el presidente turco Recep Tayyp Erdogan intenta aprovechar cualquier oportunidad para revivir el sueño neo-otomano de la "Unión Turca".
Erdogan espera reforzar los lazos étnicos de Turquía con una región rica en recursos energéticos, para potenciar su papel en una parte del mundo hasta ahora dominada por Rusia y China. En una entrevista con periodistas de Voice of America, el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Estambul Chagdash Ungor señaló que "una de las ventajas más significativas de las que goza Turquía frente a rusos y chinos es su poder blando. Si bien Moscú prevalece en cuestiones de seguridad y en el ejercicio directo de la fuerza, mientras que Beijing es un actor importante en la esfera económica, ninguno de los dos puede presumir de la importancia de las relaciones culturales y lingüísticas de Ankara con los pueblos de Asia Central".
El activismo del presidente turco en la región de Asia Central también parece ser un esfuerzo por reducir la dependencia de Turquía de Europa, con el telón de fondo de las tensiones existentes en las relaciones con la UE. Tatiana Mitrova, de la Escuela de Relaciones Internacionales de París, está convencida de que "las políticas turcas acentúan el malestar de Rusia, que se enfrenta a cambios radicales en su logística, ya que la mayoría de las rutas hacia Occidente están ahora bloqueadas". Estados Unidos, por su parte, también presta mucha atención a Asia Central, intentando evitar que Moscú encuentre vías para salir de su aislamiento y frenar la creciente influencia de China, lo que podría favorecer una convergencia de intereses entre Ankara y Washington.
Otro experto, el analista del Club de la Energía de Londres Mehmet Ogutču, recuerda también que Biden se reunió con los líderes de los países de Asia Central en Nueva York, en la Asamblea General de la ONU, y está claro que "Turquía es un aliado importante para la OTAN, en la confrontación con Rusia y China". Los rusos están acostumbrados a considerar a los países del "patio trasero asiático" como parte natural de su esfera de influencia, y Moscú ciertamente no puede alegrarse del activismo turco en la región. No obstante, Putin está obligado a mantener buenas relaciones con Erdogan, como parte del plan general para sortear las sanciones, pero según Mitrova, "puede ocurrir que tarde o temprano Rusia pretenda reafirmar su primacía, y vuelva a iniciar una fase de competencia agresiva con Turquía, como hizo en épocas pasadas... quizá no en los próximos dos años, sino después de que Rusia se haya adaptado a las nuevas condiciones económicas".
De un modo u otro, según las predicciones de los expertos, Asia Central podría convertirse en el nuevo centro del conflicto mundial, y Turquía se está preparando para desempeñar un papel decisivo en el juego que se está abriendo en el "terreno intermedio" entre la Europa ruso-ucraniana, el Cáucaso armenio-azerí y el Medio Oriente israelí-palestino, con el telón de fondo de las superpotencias China y Estados Unidos.
Foto: Flickr / Francisco Anzola
