Turkmenistán, Tayikistán y Kazajistán, ‘impermeables’ al coronavirus. Un obispo católico está enfermo
En Asjabad, se celebra un gran festival del deporte con carreras de bicicleta, caballos, exhibiciones gimnásticas y acrobáticas, sesiones de yudo y boxeo. Sin embargo, hay puestos de bloqueo camino a la capital. En Dusambé distribuyen mascarillas de protección. En Kazajistán, la emergencia por las infecciones en las cárceles. Para los ortodoxos, cambios en la liturgia del “fuego sagrado” en Jerusalén.
Moscú (AsiaNews) - El 7 de abril, con ocasión del Día Mundial de la Salud, las autoridades de Turkmenistán organizaron una serie de eventos deportivos masivos, a pesar de la amenaza del coronavirus. Turkmenistán es uno de los países más cerrados y aislados del mundo, y según las fuentes oficiales, en el territorio no existe ni un solo caso de infección por coronavirus. Su líder, el autoritario presidente Gurbangul Berdymukhamedov, mencionó el Covid-19 una sola vez, la semana pasada, y en la fiesta del deporte se lo vio en la televisión estatal montado a caballo, y luego en bicicleta, en compañía de algunos funcionarios.
Al mismo tiempo, abundaron imágenes de las grandes reuniones de ciclistas que, según los cronistas “muestran su dedicación a un sano régimen de vida” (foto 1). En la ciudad de Asjabad, la excursión congregó a cerca de 3500 participantes; en las demás provincias, a más de 7000. También hubo espectáculos en los parques, que incluyeron exhibiciones gimnásticas y acrobáticas, sesiones de yudo y boxeo.
Los corresponsales de Radio Svoboda presentes en Turkmenistán destacaron la presencia de uniformados en las calles, que detienen y arrestan a las personas que hablan abiertamente del coronavirus. La capital, Asjabad, igualmente quedó cerrada al ingreso y a la salida a partir del día 20 de marzo, aunque sin dar ninguna explicación oficial de los motivos. Además, en el país hay limitaciones en el transporte entre la capital y las demás regiones, con puestos de control y bloqueo en las carreteras.
En Kirguistán, otro país del “triángulo mongol” que aparentemente se ha salvado de la pandemia, se dictó el estado de emergencia. En lugar de ahondar en detalles sobre el número de infectados, las autoridades prefieren alegrarse por la caída de la criminalidad: en los últimos diez días de marzo, los delitos fueron 1351, a diferencia de los 2194 registrados para el mismo período en el 2019.
De todas maneras, según algunas fuentes, al día 7 de abril, los casos positivos al coronavirus en Kirguistán ascienden a 228. En la ciudad kirguiza de Karakol, el administrador aisló un edificio entero soldando la puerta metálica de ingreso, luego de tomar conocimiento de un caso de coronavirus en uno de los apartamentos (foto 2).
Tayikistán también se considera refractario a la pandemia de Covid-19, y tras declarar que no hay un solo caso positivo en el país, dio inicio al nuevo campeonato de fútbol de la liga principal. Por otro lado, no se han establecido prohibiciones para las manifestaciones o aglomeraciones. A pesar de ello, en los estadios, las partidas se desarrollan con las tribunas vacías: los fans no parecen ansiosos de asistir. En la capital, Dusambé, en vista de la preocupación de los clientes a pesar de los intentos del gobierno para favorecer la calma, uno de los cafés más frecuentados, el Max Biff Burguer, distribuyó gratuitamente alrededor de diez mi mascarillas protectoras a los clientes y transeúntes (foto 3).
En Kazajistán, el mayor país ex-soviético de la región, el número de infectados al 7 de abril ascendía a 709, y se registró la séptima muerte por coronavirus. Aún así, las autoridades no han detenido la producción de las empresas ni el ritmo de trabajo en todo el país. Los disidentes que se oponen al gobierno han pedido la liberación de los presos políticos, por el peligro de infección en las cárceles, ya que en el país rige el estado de emergencia. Según las protestas, en los últimos días las autoridades han encarcelado a más de treinta personas por delitos de opinión contra el régimen, que sigue controlado por el ex presidente Nursultan Nazarbayev.
Los ortodoxos rusos, que también están muy presentes en los países asiáticos ex-soviéticos, en estos días están especialmente preocupados por la posible cancelación del rito del “fuego sagrado” de la noche de Pascua en Jerusalén, una devoción exclusivamente ortodoxa y muy sentida por los rusos. A tal fin, se dio a conocer una declaración oficial de parte del jefe del Departamento para la diáspora y las demás religiones del Ministerio de Relaciones exteriores israelí, Akiva Tor, che aseguró que se desarrollará la ceremonia tal como estaba previsto, el 18 de abril, en la Pascua ortodoxa. Sin embargo, aclaró que se llevará a cabo “sin la presencia de peregrinos y con un número de participantes limitado”. El patriarcado de Moscú aseguró el envío de la delegación, que traerá inmediatamente el fuego sagrado hasta Moscú. Pero no estará la tradicional vigilia en el aeropuerto, con multitudes de fieles. Igualmente, las antorchas pascuales serán distribuidas en todas las iglesias ortodoxas rusas.
En Sarátov, en el sur de la Rusia europea, se enfermó de coronavirus el obispo católico, el alemán Clemens Pickel (foto 4), de 58 años. Dirigiéndose a los fieles, él escribió en las redes sociales: “Queridos hermanos y hermanas: hoy, 7 de abril, me dieron los resultados de los análisis y soy positivo al coronavirus. Es por eso que permanezco en aislamiento absoluto en casa, en Sarátov, y no podré presidir las liturgias pascuales. No tengo síntomas de la enfermedad y me siento bien, pero les pido que recen por mí”.
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