Trabajadores de la construcción, presionados: por el coronavirus, cada vez más ciudades quieren construir hospitales
Los hospitales construidos en Wuhan – en apenas días - son la obra de 7.000 albañiles migrantes, que trabajaron febrilmente las 24 horas; además de estar mal remunerados, algunos de ellos contrajeron la infección.
Hong Kong (AsiaNews/CLB) – Todo el mundo ha quedado maravillado por la velocidad (apenas 10 ó 13 días) con que se han construido dos hospitales para alojar a los pacientes infectados en Wuhan. La opinión pública mundial ha valorado la determinación de las autoridades chinas, pero nadie mencionó a los héroes ocultos que levantaron los dos centros de salud: trabajadores migrantes, que trabajaron casi sin pausa. Con relación a este tema, publicamos a continuación un artículo que salió publicado en el China Labour Bulletin y que muestra los peligros y las injusticias a que son sometidos estos trabajadores (traducción de AsiaNews). Foto del Changjiang Daily: un albañil exhausto, se permite una pausa).
En un intento de detener la difusión del coronavirus originado en Wuhan, varias ciudades chinas – incluyendo Zhengzhou, Guangzhou, Shenzhen – han anunciado planes para construir nuevos hospitales. Beijing incluso ya ha comenzado con las obras para la puesta en valor y ampliación del hospital de Xiaotangshan, que fue utilizado durante la crisis de SARS, en el 2003.
Tal como sucedió con los dos nuevos hospitales ubicados en Wuhan, las autoridades esperan poder contar estas estructuras funcionando en aproximadamente una semana.
La velocidad a la que se terminó el hospital de Huoshenshan (“la montaña del dios del fuego”), en la periferia de Wuhan, arrancó elogios de los comentaristas, tanto dentro como fuera de China. Cabe destacar que estos proyectos súper veloces, han sido una dura prueba pata los albañiles, tanto en términos de horas de trabajo como en cuestiones de salud y seguridad. Por dar un ejemplo, en Huoshenshan, una escuadra de 7.000 personas trabajó las 24 horas corridas para poder completar el edificio antes del 4 de febrero. Al principio no había turnos, y todos trabajaban a un ritmo continuo. Un albañil dijo que trabajó 10 horas seguidas, desde las 8 de la mañana, con tan solo una breve pausa para el almuerzo. Luego, al llegar más albañiles, se organizó la obra con turnos de 12 horas al día para cada trabajador. El personal a cargo de la administración trabajó incluso más horas por día.
Muchos de los trabajadores que participaron de la obra de Huoshenshan son campesinos migrantes: en realidad, habían planeado regresar a casa para las vacaciones por el Año Nuevo Lunar, pero quedaron atrapados en Wuhan, cuando las autoridades sellaron la ciudad el 23 de enero pasado. Ellos dicen que el trabajo en el nuevo hospital les ha dado la posibilidad de ganar más dinero, pero también de contribuir a la lucha contra el coronavirus de Wuhan.
Un albañil de Henan dijo a la revista Caixin que de esta forma, trabajando en las vacaciones, pudo ganar el doble de su salario habitual. Sin embargo, hay que destacar que la ley china prohíbe que un operario trabaje en días feriados, salvo que reciba, como mínimo, el 300% de su salario habitual.
Además de las excesivas horas de trabajo y de recibir una paga menor a la que por les ley corresponde, los operarios también están expuestos a sufrir accidentes e infecciones. En la vigilia de la inauguración del hospital, una docena de operarios estaban ajustando un conducto cloacal, pero la única protección que llevaban era una simple máscara .
Un albañil de 56 años, que trabajó en las obras de Huoshenshan, contrajo el coronavirus, al igual que sus padres. Sin embargo, ninguno de ellos pudo encontrar cama en los sobre poblados hospitales de Wuhan. Lo más probable es que haya muchos otros casos como estos, que no han sido reportados.
08/02/2020 13:11
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