Trípoli, el sueño de Erdogan que divide al mundo árabe

de Pierre Balanian

El presidente turco quiere retomar la construcción del Califato (económico), desde el mismo lugar donde comenzó la destrucción del Imperio otomano.“Ataturk fue herido en Libia”. Para el 2 de enero se espera que el Parlamento vote a favor del envío de tropas a Libia. Pero Túnez, Argelia, Marruecos, Egipto y la población libia están en contra. El unico aliado de Erdogan es Qatar. La división entre los sunitas.

Trípoli (AsiaNews) – La lluvia y el frío gélido de esta mañana frenan los combates en los suburbios de Trípoli, tras la conquista del aeropuerto por parte del Ejército Nacional Libio del Gral. Khalifa Haftar, hace dos días.

La situación en el país preocupa a los Estados europeos, y a Italia y Francia en particular, cada vez mas débiles, indecisas y carentes de influencia en el territorio. En Libia, han pisado tierra fuerzas mucho más poderosas y eficaces: Rusia, Turquía, Egipto, los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar, sin olvidar a Argelia. La Turquía de Erdogan ve en Libia un trampolín para reconstruir un Califato económico a partir del mismo lugar donde comenzó a colapsar el imperio otomano hace 109 años, cuando Italia arrancó la Sublime Puerta a Libia, dando inicio a su desmembramiento.

Hace dos días, Erdogan arengó a la muchedumbre en Ankara, recordando que “Ataturk fue herido en Libia”. Salvo que haya sorpresas, su propuesta de enviar tropas turcas para salvar al gobierno de Faiez Al Seraj será aprobada. Fuente turcas afirman que frente al éxito militar de Haftar, cada vez más cerca del centro de la capital, el parlamento de Ankara se verá obligado votar de prisa el día 2 de enero, interrumpiendo el receso por las Fiestas, que debía prolongarse hasta el 8 de enero.

Italia ha advertido a Turquía que se abstenga de participar militarmente en Libia, pero Ankara se envalentona con el apoyo de una solicitud de intervención extendida por Trípoli, que se asienta en un acuerdo firmado -pero jamás aprobado por el Parlamento de Trípoli - entre Turqía y el gobierno libio, reconocido por la comunidad internacional.

Fuentes de AsiaNews afirman que el gobierno chipriota iniciará actividades diplomáticas para quitar el reconocimiento internacional al gobierno del Acuerdo Nacional (GNA) de Faiez Al Seraj.

Más allá de Qatar, Turquía no ha conseguido hacerse de ningún aliado y se ecuentra aislada en su frenética aventura en Libia: hasta Rusia, poderoso aliado en Siria, critica la aventura. Los esfuerzos turcos tendientes a crear una alianza con Túnez, pero sobre todo con la poderosa Argelia, han sido en vano. Después de Túnez, Argelia firmó ayer una declaración por la cual rechaza oficialmente cualquier tipo de intervención militar turca. En un gesto tan silencioso como elocuente, ayer Argelia desplegó lanzamisiles a lo largo de la frontera oriental, en dirección a Libia, y esta mañana algunas noticias informan que el Consejo Superior de Seguridad de Argel se reunió y ha decidido llamar a una movilización general. Hoy, la prensa argelina habla de la negativa de Argel a internacionalizar la cuestión libia, cuya situación actual, con amenazas de intervenciones extranjeras, pone en peligro la seguridad nacional argelina.

Luego de la negativa tunecina y argelina, habida cuenta de la contrariedad de Egipto y Marruecos -tradicionalmente pro-sauditas – y con la mitad del pueblo libio a favor de Haftar, sumado a la población entera que rechaza de lleno cualquier ocupación miltar extranjera, Turquía se halla como el enemigo interno en el norte de África. Dividiendo todo el mundo sunita, con él rompen aquellos que se inspiran en los Hermanos Musulmanes y aquellos que siguen el wahabismo. Italia continúa sosteniendo que en Libia no existe otra solución excepto el diálogo, y mira con esperanza el encuentro a celebrarse en Berlín el próximo 8 de enero.