Tokio "reabre" la planta de energía nuclear en Kagoshima, la primera después de la catástrofe de Fukushima
Tokio (Agencia Fides) - El gobierno japonés ha concedido permiso a una central nuclear
de ña Prefectura Kagoshima para reanudar
la producción de electricidad. La Autoridad Regulatoria Nuclear dictaminó que los
dos reactores operados por Kyushu Electric Power Co. cumplen los requisitos de
seguridad impuestas tras el desastre atómico de Fukushima. Por
el momento, todas las 48 plantas de energía nuclear en el país están cerradas. En
cualquier caso, la producción no se reanudará antes del 01 de diciembre 2014.
De acuerdo con los medios nacionales, es una victoria para el gobierno
conservador del primer ministro Shinzo Abe. Este siempre ha insistido en la
necesidad de lo nuclear para mantener la fuerte producción industrial japonesa
y mantener bajos los costos de energía. Tras el colapso de las centrales de
Sendai, ocurrido en el marzo de 2011, presentó sus
condolencias a las víctimas y ha puesto fin a las operaciones: sin embargo, su
gobierno ha re-lanzado poco después de la reapertura de las industrias nucleares.
La Iglesia católica en Japón, por otra parte siempre se ha opuesto a esta forma
de energía. El primer documento, hace unos 10 años, llamaba al gobierno a replantear
las políticas nucleares nacionales; inmediatamente después de la catástrofe de
Fukushima, además, los obispos han pedido al ejecutivo detener "ahora y
para siempre" las centrales de la zona.
El Superior Regional del Instituto Pontificio para las Misiones Extranjeras en
Japón, p. Mario Bianchin, dijo a AsiaNews:
"La conciencia de la Iglesia en Japón siempre se ha opuesto a la energía
nuclear, y los obispos se han pronunciado de esta manera en varias ocasiones. En
cuanto a la población en general, creo que hay una especie de 'alergia de
fondo' al uso final de la energía atómica, pero no una verdadera oposición organizada".
"El japonés - explica el misionero del PIME - son fatalistas, tienen esta
idea de que si algo se debe hacer se debe hacer aquí. En el país hay una expresión
muy común que traducido dice más o menos 'No hay vía de salida', y esto es lo
que se aplica a la cuestión". Sin embargo, concluye el p. Bianchin, el
desastre energético temido por el gobierno Abe debido al cierre de las plantas "no
se ha producido. Si hay nuevos impuestos, pero los que se relacionan con el
comercio y no la energía. Creemos que si realmente quisieran, los
japoneses podrían prescindir la energía nuclear".