Tokio, las reliquias de Juan Pablo II y de Faustina Kowalska, misericordia para todo el Japón

de Vincent Lazun Naw San*

Las reliquias fueron exhibidas en la ceremonia de cierre de la Puerta Santa de la Catedral de Santa María. A la misa asistieron también fieles de diversas nacionalidades. El obispo bendijo a los niños, siguiendo las huellas del ritual sintoísta del "Shichi-go-san."

Tokio (AsiaNews) - Ayer, 13 de noviembre por la mañana, Mons. Peter Takeo Okada, Arzobispo de Tokio, junto con el Nuncio Apostólico Mons. Joseph Chennath y otros sacerdotes concelebraron la misa de clausura del Año de la Misericordia en la catedral de Tokio, dedicada a Santa María.

A la importante ocasión asistieron numerosos fieles japonesa de la capital, así como muchos inmigrantes de diversos países: Coreana, vietnamitas, filipinos, Birmania y algunos pequeño grupo de europeos. Un coro subrayo la solemnidad con canciones de diferentes épocas.

Dentro de la misa también se incluyó el ritual para niños llamado Shichi-go-san. Originalmente este rito proviene de la cultura Shinto: los hijos de siete, cinco y tres años se llevan al templo para ser bendecida por el sacerdote. En el acto de ayer fue el obispo quien bendijo a los niños.

Por lo general, el festival de Shichi-go-san se celebra el 15 de noviembre, una fecha que la cultura Shinto reputa como afortunada. En la mentalidad japonesa, los números impares son números de la suerte. Ellos son llevados al templo, para que sean protegidos por los Kami (deidades). En el caso del cristianismo, para que sean bendecidos por Jesús que en el Evangelio ha bendecido a los niños.

Durante la misa han sido expuestas las reliquias de San Juan Pablo II y Santa Faustina Kowalska. El santo papa polaco es una figura muy admirada por los japoneses, que lo habían recibido con gran solemnidad en 1981. La Kowalska es la iniciadora de la devoción a la Divina Misericordia, cuya fiesta fue introducida en la Iglesia Católica por Juan Pablo II.

El acto de clausura del Jubileo tuvo como intención de pedir a Dios por la gracia de los dos santos, misericordia para todo el pueblo japonés.

* Misionero del PIME en Japón