Tokio, en Pascua la misión en el abrirse a los otros
La homilía de Mons. Kikuchi. La necesidad de abrirse al territorio y “crear una mente evangelizadora”. La Cuaresma dedicada a “la oración por los otros”: cada domingo un tema y una flor de papel diverso, símbolo de las “cruces del mundo”. Involucrar a los jóvenes para acercarse a la Iglesia y a Jesús.
Tokio (AsiaNews)- Poner en el centro la misión, abrirse al territorio, a los otros y “crear una mente evangelizadora en nuestras comunidades, partiendo del clero”. Es el corazón de la homilía pronunciada hoy por el nuevo arzobispo de Tokio, Mons. Tarcisio Kikuchi, en la Misa crismal. Quien nos lo narra es el p. Andrea Lembo, superior regional del PIME en Japón y párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en Fuchu (en la zona occidental de la “Gran Tokio): “Él está muy proyectado hacia la misión, algo que esperábamos con alegría”.
Para el p. Lembo, la misión hacia los otros es una dimensión necesaria. Cada domingo de Cuaresma, la comunidad ha iniciado una semana de “oración por los otros” con un tema diverso, simbolizando por una flor de papel que los fieles recogían en las cestas que están en el fondo de la iglesia, para luego volverlos a traer la semana sucesiva y pegarlo a la cruz (v.foto). “La primera sucedía durante una visita de una religiosa que desde 2011 es voluntaria en Fukushima. Por esto, el primer domingo hemos rezado por los voluntarios del mundo, que asisten a las personas en dificultad, para que el Señor les dé la fuerza. El segundo domingo hemos rezado por las víctimas de calamidades naturales; el tercero para quienes serán bautizados en la próxima Vigilia Pascual. En el cuarto hemos rezado por los refugiados y en particular por los niños; y en el quinto domingo rezamos por los enfermos y por las personas necesitadas”.
“De este modo, en la Resurrección del Señor recordamos que hemos colaborado también nosotros en llevar las cruces que están en el mundo. Durante la Vigilia Pascual, el crucifijo estará todo cubierto de flores”, continúa el p. Lembo. “Es una actividad simple, para despertar la idea de la oración para y por los otros. Por esto, cada semana distribuía artículos sobre los temas por los cuales rezábamos: no sólo las estadísticas de los emigrantes, sino también las bellas historias de los emigrantes que volvieron a vivir gracias a la acogida”.
“En este recorrido han participado también los jóvenes, a los cuales pedí ser ‘los animadores’ de estas celebraciones”. La esperanza del misionero es alcanzar la mayor cantidad de gente posible y por esto eligió substituir la misa de la tarde del segundo sábado del mes con la oración de Taizé (de la comunidad fundada por el hermano Roger en Taizé, Francia, Ndr), animada por los jóvenes con música. “Justamente para dar un espacio más amplio, porque la misa si no eres católico es difícil penetrar, mientras que la oración de Taizé es intuida, fácil, repites cantando un versículo del Evangelio; es muy meditativa, tiene un rayo amplio para acercar a las personas a la Iglesia y a Jesús”.
Serán también los jóvenes quienes animarán la “Coena Domini” esta tarde y la Adoración de la Cruz mañana, con los cantos de Taizé, usando los mismos instrumentos musicales de las oraciones de los meses pasados. “Además, se distribuirán huevos duros”, agrega el misionero. “El día de Pascua los bendeciré y los distribuiremos. Este año pedí a la comunidad abrirse al territorio, tengo fieles que realizan servicios a los sin techo y a las familias pobres. A ellos les dije: compremos muchos más huevos y entre la tarde de Pascua, o el lunes o el martes-cuando se hacen los turnos para el voluntariado-llevamos un simple billete, con los augurios y la explicación sobre qué es la Pascua, dando 5 o 6 huevos por familia. Será un signo de nuestra apertura en el territorio de Fuchu, con las pequeñas cosas que podemos hacer”.
19/03/2019 13:28