Tirana, enfrentamientos entre la policía y opositores iraníes. Una víctima y cruce de acusaciones
Los dirigentes del MEK denuncian la muerte de un hombre y centenares de heridos en el centro al noroeste de la capital que acoge a miles de exponentes y familiares de los Muyahidines del Pueblo Iraní. El gobierno albanés habla de una operación vinculada a una investigación de la justicia, se incautaron aparatos electrónicos y unidades informáticas. Teherán vuelve a lanzar ataques a la "organización terrorista".
Tirana (AsiaNews) - Un muerto, centenares de heridos, algunos de ellos en estado grave por el uso de gas pimienta e internados en el hospital Santa Teresa, decenas de computadoras incautadas, una herida abierta que corre el riesgo de alimentar nuevas violencias en un futuro próximo. Este es el balance, objetado por las autoridades de Tirana, de la redada que la policía albanesa llevó a cabo ayer contra el campo de refugiados de Ashraf-3, en la periferia noroeste de la capital, donde viven desde hace más de una década miles de miembros y familiares de los Muyahidines del Pueblo Iraní (MEK). El movimiento político disidente es uno de los más activos en la oposición al régimen teocrático de los ayatolás que dirige la República Islámica desde la revolución de 1979 y está proscrito en su propio país.
En una nota, el grupo denunció el "asalto repentino, criminal y represivo" por parte de más de mil agentes de policía, que causó la muerte de Abdul Wahab Farajinejad (Ali Mansherari). De ahí el pedido a Estados Unidos y a la ONU para que garanticen "la seguridad y el bienestar de los residentes de Ashraf". Un comportamiento "ilegal", prosigue la denuncia, que "viola flagrantemente numerosos tratados internacionales", entre ellos la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención de los Derechos Humanos de la Unión Europea.
Detrás de la redada (cuyos videos se difundieron en las redes sociales) está la responsabilidad del "gobierno albanés" que se muestra connivente, dicen los dirigentes del MEK, con el "fascismo religioso" que detenta el poder en Teherán. "Rompieron muchas puertas, armarios y equipos y atacaron a los residentes con gases lacrimógenos y gas pimienta. Rompieron o se llevaron muchas computadoras", concluía el comunicado. Acciones de la policía albanesa que recuerdan a las que tuvieron lugar anteriormente en Irak, entre 2009 y 2015, por orden del entonces primer ministro Nouri al-Maliki, en el campo de Ashraf.
El grupo es sospechoso de orquestar ciberataques contra instituciones extranjeras. Sin embargo, la policía se negó a dar detalles sobre la investigación y los motivos de la redada, que se llevó a cabo por orden de la justicia albanesa por "violación" de los acuerdos relativos a la rehabilitación del MEK en el territorio. Al mismo tiempo, el ministro del Interior albanés y la dirección de la policía niegan cualquier implicación en la muerte del huésped del centro que denuncian los Muyahidines. El ministro Bledi Cuci declaró que la muerte de un anciano "no tiene nada que ver" con la intervención de la policía y calificó la reacción a la operación policial de "inaceptable, intolerable y censurable".
Las fuerzas de seguridad albanesas hablan de 15 agentes y 21 miembros del MEK heridos, así como de varios coches dañados. La reacción se habría desencadenado por la incautación de servidores y equipos informáticos "ilegales" que se encontraban en el centro: al final de la operación, los agentes se llevaron 96 unidades informáticas y unas 50 computadoras portátiles y tabletas, y añadieron que había habido "un intento de quemar algunos documentos". Además, la redada forma parte de una investigación del Equipo Especial contra la Delincuencia Organizada y la Corrupción (SPAK). "La fiscalía ha abierto varios procedimientos penales, pero no puedo decirles -cortó el ministro Cuci- por qué los iraníes del MEK son sospechosos". También se negó a confirmar los vínculos entre el grupo y los ciberataques que sufrió Albania en septiembre del año pasado, y que fueron el origen del grave enfrentamiento diplomático entre Tirana y Teherán y de la ruptura de sus relaciones.
Teherán también intervino hoy sobre la redada, por medio de su portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, que no escatima ataques contra lo que califica una "organización terrorista". Para Nasser Kan'ani, el MEK "constituye una amenaza para la seguridad del país anfitrión" debido a su naturaleza "intrínsecamente terrorista". Y es precisamente por esta razón, continúa, por la que el gobierno iraquí -y otras naciones de todo el mundo- se ha "negado" a aceptarlos. La República Islámica acusa al grupo de "asesinatos y atentados" en el pasado contra personalidades y civiles iraníes, contando con "el apoyo" del ex dictador iraquí Sadam Husein. De los casi 17.000 iraníes muertos en atentados terroristas desde la revolución islámica, unos 12.000 fueron "víctimas" de los Muyahidines.
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