Tiflis, escándalos y divisiones en la Iglesia y entre los partidos
Una comisión del parlamento se ocupará de verificar si existe un complot político contra el patriarca Illia II. Escandalosas acusaciones de un obispo contra el patriarca, considerado excesivamente filo-ruso y “una marioneta” de Kirill, el patriarca ortodoxo de Moscú.
Moscú (AsiaNews) – Una comisión de investigación se ocupará de investigar las declaraciones del obispo de Bodve, Jakov (Jakobashvili) referidas a un complot político para desautorizar al patriarca Ilia II (Gudushauri-Shiolashvili), quien se desempeña en el cargo desde 1977 (v. foto). La comisión fue aprobada por el parlamento georgiano el pasado 11 de noviembre. En el mismo período, el destituído metropolita de Chkondinsky, Petr (Tsaava) ha efectuado declaraciones escandalosas referidas al mismo patriarca.
Las graves acusaciones no solo son expresión de los conflictos internos que rigen en la Iglesia ortodoxa georgiana; también involucran a partidos políticos, empezando por el mayoritario, “el Sueño Georgiano”. Según el obispo Jakov, algunos líderes del partido habrían participado de un complot. Además, son precisamente los grupos de la oposición, y fundamentalmente el “Movimiento Nacional” los que han insistido en la comisión de investigación.
A fines de octubre, el obispo Jakov había acusado públicamente al actual primer ministro Georgij Zacharja, de haber organizado un plan junto al ministro del Interior, Vakhtan Gomelaury y al ex-premier Georgij Kvirikashvili, con miras a sustituir al Katholikos (patriarca) Ilia II, por considerarlo un simpatizante de los rusos; y en su lugar, colocar a un prelado más “patriota”. El 31 de octubre, estando frente al Sínodo de obispos georgianos, Jakov manifestó que lamentaba sus clamorosas declaraciones públicas. Sin embargo, su pesar se centró en el tono más que en los contenidos, que, de hecho, confirmó. Cabe remarcar que sus declaraciones frente a políticos y periodistas fueron realizadas en un evidente estado de ebriedad.
El presidente de la Cámara de Diputados, Ghya Volskij (miembro del Sueño Georgiano), criticó duramente la iniciativa de la oposición referida a aprobar una comisión de investigación (para la cual solo se necesitan 50 votos del parlamento), y calificó como “absurdas” las acusaciones de Jakov: “Todas las iniciativas del Movimiento Nacional tienen objetivos meramente políticos, y no vacilan en exponer a las máximas autoridades religiosas del país a la vergüenza pública, incluso haciendo que el patriarca deba responder ante el parlamento. Son escándalos, escándalos e intentos de desestabilizar el país”.
Por su parte, el ex metropolitano de Chkondinsky concedió una entrevista al grupo televisivo Mtavari, en la que acusó al patriarca de escándalos sexuales con la complicidad de otros colaboradores del Patriarcado. Petr Tsaava fue apartado de la diócesis y reducido al estado laical el 31 de octubre pasado, según informa él, por haber descubierto las fechorías de Ilia II y de algunos altos prelados.
Durante la hora y media que duró la entrevista conducida por Nika Gvaramja, el director del canal, Tsaava conectó el escándalo con la política, afirmando que “Ilia es una marioneta cuyos hilos maneja el patriarca ruso Kirill (Gundjaev)”, y en el pasado, su apoyo fue decisivo para condicionar la política georgiana y alinearla a los objetivos de los rusos, que luego de los conflictos armados del 2011, continúan tratando de subyugar al país caucásico. Tsaava declaró que está dispuesto a entrar en la escena política con el partido democrático “Georgia Unida”, de Nino Burzhanadze quien, por su parte, inmediatamente tomó distancia de estas declaraciones y defendió el buen nombre del patriarca.
Las espeluznantes declaraciones de los dos personajes de alto perfil han dejado a la Iglesia en el centro de las polémicas, con una situación que impacta en todo el país. Tanto es así, que la última homilía dominical de Ilia II fue interpretada como una jugada política: en ella, el patriarca, recordando las palabras evangélicas referidas a las riquezas, recomendó “no condenar genéricamente a los ricos”, ya que entre ellos, además de los ávidos y explotadores, puede haber también “personas de talento, y nosotros los georgianos siempre estamos listos, cuando se trata de atacar a quien tiene talento”. Estas palabras fueron interpretadas como un apoyo al presidente-magnate Bidzine Ivanishvili, fundador del partido del Sueño Georgiano.
Los escándalos y las polémicas llevan a cuestionar la estrechísima conexión entre la Iglesia ortodoxa y la política estatal en Georgia, un lazo que se prolonga desde hace por lo menos 25 años.
En Tiflis ya son más que evidentes los excesos de los partidos y movimientos que exaltan los variados modelos de nacionalismo religioso, análogamente a Rusia y a otros países.
El tono mordaz de las acusaciones también revela una grave fractura interna en la Iglesia y en el episcopado ortodoxo: algunos prelados, en efecto, serían simpatizantes del depuesto metropolita Petr, quien, no obstante, fue expulsado por el voto unánime de los obispos miembros del Sínodo, por la escandalosa violencia de sus injurias dirigidas contra el patriarca Ilia II.
17/12/2016 13:14
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