Tercer Plenum del Partido: las reformas secretas (quizás inexistentes)
Roma (AsiaNews)- Los líderes de Beiging han iniciado hoy el Tercer Plenum del Partido comunista chino (Pcc). El encuentro, que irá adelante hasta el 12 de noviembre es a puertas cerradas y nadie conoce el orden del día, si bien los medios chinos e internacionales hablan de reformas económicas que determinarán o marcarán los próximos 10 años del País.
El secreto es la característica de la reunión. Durante 4 días de encuentros, no habrá ningún encuentro con la prensa, excepto un comunicado final.
Lo que se sabe es que la industria china está marcada por una sobreproducción, con negocios llenos de productos que no se venden, millones de departamentos construidos y vacíos, la exportación se resiente por la crisis económica mundial, la corrupción y la contaminación que son los dueños de la situación, el enorme débito de las provincias con proyectos faraónicos (calles, autopistas, industrias, aeropuertos) inutilizados y en pérdida, la inflación que subió al 3,1 % con precios de los alimentos que subieron hasta de un 35%
Hace semanas Yu Zhengsheng, del comité permanente del Politburó, declaró que el tercer Plenum hará reformas "sin precedentes", pero no ha dicho una palabra sobre sus contenidos.
Un think-tank cercano al presidente Xi jinping preparó un borrador de reformas económicas que incluye muchos elementos interesantes: la separación de las provincias del compromiso directo en la economía, el uso del yuan como moneda de cambio internacional (para escapar de una posible caída del dólar), la reducción de los monopolios estatales en el campo de la energía, de los bancos, de las infraestructuras y de las telecomunicaciones, el fin de la obligación del hukou (certificado de residencia) que impone a los emigrantes que trabajan en la ciudad el conservar la residencia en el campo, privándolos de los subsidios para la escuela de los hijos y de la salud en las ciudades donde están trabajando. En más, el think-tank guiado por el economista Liu He, quiere dar a los campesinos la posibilidad de vender sus propios terrenos a precio de mercado, pares a aquellos en la ciudad.
Estas sugerencias de reformas hacia emigrantes y campesinos, más que garantizar a ellos una mayor justicia, tienden a hacer de ellos una nueva clase de consumidores para acrecentar el mercado interno, corrigiendo la demasiada dependencia del comercio de las exportaciones internacionales.
La reducción del poder económico de las provincias estatales quisiera facilitar las inversiones privadas y extranjeras, siempre más frustradas delante de los favoritismos de los cuales gozan las empresas estatales con préstamos bancarios facilitados y benevolencia del gobierno. Mientras que en los años 90 china atraía al 37% de las inversiones extranjeras, en los 10 años siguientes la cifra bajó al 10,6 %. Entre enero y septiembre de este año las inversiones extranjeras crecieron sólo de un 6 %.
No hay nada de seguro que estas sugerencias sean escuchadas y hechas operativas por la dirigencia. Esas deberán ser discutidas en el comité central de 250 personas, en el cual al menos el 50 % de los miembros ha construido y vive gracias a su carrera basándose justo sobre los monopolios estatales y sobre los préstamos enormes de los bancos del estado: es muy difícil que ellos den un paso atrás en nombre de la libertad de mercado o de la justicia.
Sin embargo, lo que más le falta a este Plenum es alguna sugerencia de reformas políticas. Desde los años 80 Deng Xiaoping, Jian Zemin y Hu Jintao (junto a Wen Jiabao) han subrayado que las gigantescas reformas económicas varadas en el país no pueden sostenerse sin adecuadas reformas políticas. Pero ninguno ha podido (o querido) hacer nada. Si quien determina las reglas más mínimas es también quien detiene el monopolio del poder es imposible escapar al control, a la corrupción y a los favoritismos.
El monopolio del poder del Pcc no está para nada en discusión. En los meses antes del Plenum, si bien existía el silencio sobre las reformas, se trató de eliminar alguna crítica al Partido: se defendió a Mao Zedong, tirando al olvido los más de 35 millones de muertos de hambre por su salto hacia adelante, se atacó a quien osaba decir que la Constitución y la ley vale para todos, también para los miembros del Partido, fueron arrestados todos aquellos que pedían a los líderes el hacer pública la lista de sus riquezas, ganadas por la corrupción.
Xi Jinping, que al inicio de su mandato había hecho tantas promesas de legalidad, poco a poco se tiró para atrás para afirmar que el partido está arriba de la ley y que es necesario defender su historia, juzgada a priori como positiva, suscitando el temor que quien osa criticar su historia está preparando su caída como sucedió a la Urss.
Así el tercer Plenum corre el peligro de ser la enésima ocasión perdida para una dirigencia que dice que "sirve al pueblo" y en vez explota al pueblo por su riqueza, concediendo cada tanto algún cambio económico como hacían los antiguos emperadores manteniendo bien seguro en sus manos el poder y la policía.
24/10/2016 14:56
13/11/2017 15:17