24/09/2015, 00.00
TIBET – CHINA
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Tenzin Gyatso: podría ser el último Dalai Lama, pero no se acabaría el budismo tibetano

El líder espiritual de los tibetanos vuelve a hablar sobre el tema de la sucesión, la cual China querría "controlar": “Las enseñanzas de Buda han sobrevivido incluso cuando no había una reencarnación, durante largos siglos”. Sobre el extremismo islámico: “No olvidemos que hay extremistas en todas las religiones”. China “puede ser beneficiosa para el Tibet, pero deben respetar nuestra autonomía cultural y religiosa”.

Londres (AsiaNews) – El actual Dalai Lama vuelve sobre el tema de la sucesión, y explica en una entrevista televisiva que podría ser el último ser humano que cubra el rol de líder espiritual del budismo tibetano. Tenzin Gyatso, premio Nobel por la paz y jefe supremo de la “orden de los gorros amarillos” tibetana, habló con CNN antes de una gira de nueve días por Gran Bretaña. 

El rol del Dalai Lama – quien “detenta el trono del león” – “podría concluir. Durante 2.600 años, las enseñanzas de Buda han sobrevivido incluso sin una reencarnación. Podría nombrar a un sucesor espiritual antes de morir, y hacer que se concluya esta tradición de siglos”.

Las posiciones del líder religioso son en respuesta a las intromisiones de China, que en más de una ocasión sostuvo que es la única autoridad con poder para reconocer al próximo jefe del budismo tibetano. No obstante se trata de un gobierno ateo, Beijing sostiene que tiene la última palabra “sobre todas las reencarnaciones” de los numerosos “Budas vivientes” de la tradición tibetana.

Tenzin Gyatso ha rechazado esta interpretación en varias oportunidades, y abrió una rendija de posibilidad sobre su sucesión: una lista destinada a un posible “cónclave”, similar al católico. Sin embargo, el gobierno central chino ya “advirtió” que deben “evitarse ingerencias en una materia que compete en forma directa” al Ejecutivo de Beijing.

El budismo tibetano aún es muy sentido y practicado en el Tibet y en el resto del país, y la figura del actual guía espiritual es muy amada, no obstante haya sido forzado a exiliarse en la India en el año 1959. El gobierno chino busca desde entonces demoler su estatura, sin éxito. Para intentar tener la situación bajo control, en el año 1955 cortó la continuidad entre la figura del Dalai y la del Panchen Lama ("número 2" del linaje tibetano) raptando al joven que había sido reconocido como el legítimo Panchen XI por el actual Dalai Lama. En su lugar, puso a un monje que se muestra como un títere del gobierno, y espera hacer lo mismo con el próximo líder de la "orden de los gorros amarillos".

El líder budista aclaró que, en todo caso, “el Tibet no busca ser independiente de China. Podemos tener beneficios de este gobierno, pero es fundamental que ellos respeten nuestra autonomía cultural y nuestra libertad religiosa”.

El Nobel por la paz repondió a una pregunta sobre el crecimiento del extremismo islámico: “En la mente de muchas personas hoy existe la impresión de que los islámicos son militantes de una manera particular. Pero debemos recordar que existen también militantes cristianos, hindúes, sikh, judíos y budistas. La comunidad musulmana que vivía en Lhasa era muy pacífica. Y cuando me encontré con ellos, durante mi exilio, quedé admirado por su dialecto tibetano, que era aún purísimo”. 

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