Tamiles hindúes festejan el Diwali y piden al dios Ganesh que bendiga su futuro
En la “fiesta de las luces”, los fieles ofrecen rituales y plegarias para congraciarse con los dioses. El templo de Sri Siththi Vinayagar en Trincomalee está en fase de remodelación. Los rituales votivos son celebrados en una cabaña provisoria.
Trincomalee (AsiaNews) – En Sri Lanka, los hindúes también están celebrando la festividad del Diwali, más conocida como la “fiesta de las luces”. Ésta simboliza la victoria del bien sobre el mal, de la luz sobre las tinieblas y está marcada por momentos de oración y de “puja” [la ofrenda ritual a los dioses, ndr]. Para la ocasión, los tamiles hindúes del pequeño pueblo de Kovilagama, en Chainabay, cerca de 110 familias que viven en el distrito de Trincomalee, llevan dones y encienden velas ante la estatua del dios Ganesh. Piden a la divinidad que bendiga su futuro y dan las gracias por los logros alcanzados durante el año que pasó.
Según la simbología hindú, cualquier persona que, antes de iniciar una actividad, adore a Ganesh - el dios de la cabeza de elefante- será premiado por la buena suerte. Por eso, los fieles del Kovil [término tamil con el que se designa un templo hindú de arquitectura dravídica, ndr] Sri Siththi Vinayagar, llevan guirnaldas de flores, fruta, y esparcen leche sobre la cabeza del dios, para granjearse su favor. Es el caso de Singarasa Dinesh, una docente que trabaja en una escuela religiosa tamil hindú, que viene al templo para dar gracias “porque el año pasado vine a la fiesta del Diwali y pedí al dios Ganesh que me haga aprobar los exámenes universitarios. Lo mismo hice con mi curso de Management. Por eso quiero agradecerle, e invocar ulteriores bendiciones para todo el pueblo de Sri Lanka, a fin de que los esrilanqueses, los tamiles y musulmanes puedan vivir sin barreras”.
Este año, la festividad del Diwali se lleva a cabo en una cabaña provisoria alistada en las inmediaciones del templo construido hace más de 75 años, que en este momento está en fase de restauración. Ruegan por esto S. Ruban y N.Govinathan, presidente y secretario del comité del Kovil respectivamente, “porque necesitamos terminar con la obra para reabrir el templo en breve, pero nos falta el sostén económico para ello. Encomendamos al dios Ganesh nuestra intención”.
A la cabaña que funciona provisoriamente como templo, llegan niños que provienen de las escuelas, quienes dicen como conclusión: “Rogamos por nuestros padres y por nuestra institución”.
17/12/2016 13:14
23/12/2015