Taipei: protestas de la población contra el proyecto de ley pro-chino
La oposición, formada por el Kuomintang y el Partido Popular de Taiwán y con mayoría en el Parlamento, ha presentado una serie de enmiendas que prevén intensos interrogatorios a los funcionarios del gobierno, incluido el presidente. Modificaciones que, según algunos, corren el riesgo de reducir las libertades políticas del país en favor de los objetivos de Beijing. Las manifestaciones de ayer se inspiraron en el Movimiento de los girasoles de 2014.
Taipei (AsiaNews) - La presidencia de Lai Ching-te comenzó con una serie de protestas contra los partidos pro chinos de oposición. Ayer, desde las 9 de la mañana hasta medianoche, alrededor de 30 mil personas se reunieron frente al Parlamento para manifestarse contra un proyecto de ley que pretende ampliar el control del Poder Legislativo sobre el Ejecutivo. Los diputados del Kuomintang iniciaron la fase de aprobación de las enmiendas sin someterlas a revisión, como exige el procedimiento habitual, una decisión que generó nuevos enfrentamientos en el Parlamento tras los violentos del viernes, cuando el texto fue discutido por primera vez.
La situación es complicada para Lai, que asumió el cargo el lunes sin mayoría en el Parlamento, tras obtener el 40% de las preferencias. En las elecciones del 13 de enero, en efecto, el Partido Progresista Democrático (del que proviene el presidente) obtuvo sólo 51 de los 113 escaños parlamentarios, mientras que la oposición, formada por el Kuomintang y en esta cuestión por el Partido Popular de Taiwán, consiguieron respectivamente 52 y ocho bancas.
El controvertido proyecto de reforma, entre otras cosas, permitiría al Poder Legislativo convocar a particulares y funcionarios del gobierno, incluido el presidente, para un interrogatorio parlamentario. Negarse a comparecer podría dar lugar a una acusación penal de "ultraje al Parlamento", con una pena de hasta tres años de prisión. Los interrogados se verían obligados a revelar asuntos confidenciales, como secretos de Estado relacionados con acuerdos diplomáticos, secretos comerciales o información sobre la compra de armas. El proyecto de ley también prevé que no sea posible responder a las preguntas del interrogatorio con otra pregunta, so pena de multa de hasta 200.000 dólares taiwaneses (5.710 euros). Los partidarios del Partido Progresista Democrático temen que estas reformas puedan ser utilizadas por el Kuomintang para atacar a sus adversarios políticos y obligarlos a revelar (a China) información clasificada que pondría en peligro la seguridad nacional.
Las enmiendas propuestas por la oposición incluyen también un discurso del presidente ante los diputados al menos una vez al año (hasta ahora previsto, aunque de forma opcional) pero sobre todo un gasto de 61 mil millones de dólares en infraestructuras, una cifra que corre el riesgo de impedir nuevas inversiones en el sector de Defensa. En los últimos años, bajo la presidencia de Tsai Ing-wen, Taiwán ha aumentado su presupuesto militar hasta 20 mil millones de dólares para desalentar los ataques de Beijing. Hasta ahora, Lai ha seguido las huellas de su predecesora: en su discurso de toma de posesión afirmó su voluntad de mantener el status quo respecto de Beijing, prometiendo más fondos para la Defensa. El nuevo presidente todavía no ha intervenido directamente sobre la cuestión, por el contrario, ha mantenido cierta distancia de las protestas, probablemente - según los analistas - para evitar la sospecha de que fueron orquestadas por el Partido Progresista Demócratico.
Numerosos manifestantes y decenas de organizaciones de la sociedad civil hicieron ayer referencia al Movimiento de los Girasoles de 2014, cuando cientos de miles de personas ocuparon durante un mes el Yuan Legislativo (Parlamento de Taiwán) para protestar contra un acuerdo de libre comercio con China que el Kuomintang - entonces en el poder - esperaba aprobar, también en aquella oportunidad sin haber obtenido previamente las revisiones parlamentarias necesarias. Al final el Movimiento, que temía que el acuerdo tuviera un impacto en las libertades políticas de Taiwán, consiguió obligar al Kuomintang a abandonar los planes. Están previstas nuevas manifestaciones para los días 24 y 28 de mayo, cuando el proyecto de ley se volverá a discutir en el Parlamento.
17/12/2016 13:14