Taipei en asamblea de la OMS por su 'significativa contribución' a la salud pública mundial
La reunión anual está prevista del 21 al 30 de mayo en Ginebra. Varios países apoyaron la presencia de Taiwán como "observador", pero parece que el bloqueo de Beijing prevalecerá también en esta ocasión. El ministro de Salud, Hsueh Jui-yuan: el intercambio de información es esencial en una fase post-pandémica, el sistema sanitario de la isla es "un modelo".
Taipei (AsiaNews) - A dos días de que comiencen las actividadaes, Taiwán no ha perdido del todo la esperanza de conseguir una invitación de última hora para la asamblea anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), prevista del 21 al 30 de mayo en Ginebra (Suiza). El apoyo internacional a la presencia de la isla que Beijing considera parte integrante de su territorio, y rebelde, ha ido en aumento en las últimas semanas. Sin embargo, la resistencia del gobierno chino -que prohibió a Taipei asistir a las grandes conferencias internacionales- parece destinada a provocar también esta vez el aislamiento de Taiwán, a pesar de la contribución que podría aportar en el campo médico.
El ministro de Asuntos Exteriores de Taipei, Joseph Wu, afirmó que este año "el apoyo hacia nosotros es más fuerte que antes". Y, aunque todavía no hay una invitación oficial, añadió, "no hemos perdido la esperanza y trataremos de hacer llegar nuestra solicitud a la OMS por diversos cauces". Además de la petición que hizo anteriormente el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en estos días Australia, Reino Unido, Canadá, Alemania, Japón, Lituania y la República Checa también expresaron su apoyo a la presencia de una delegación taiwanesa. "El aislamiento de Taiwán de la AMS, el foro mundial preeminente en materia de salud, es injustificado", subrayaron los respectivos gobiernos en una nota conjunta, "y socava la cooperación y la seguridad inclusivas en materia de salud pública mundial".
La Asamblea Mundial de la Salud (AMS) es el órgano de decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y su reunión anual siempre ofrece la oportunidad de elaborar planes sanitarios globales e integrados. Se trata de una necesidad cada vez más evidente, sobre todo después de la crisis sanitaria mundial desencadenada por la pandemia de Covid-19, que mantuvo en jaque al planeta durante tres años como emergencia mundial y sólo fue rebajada de esta categoría en las últimas semanas. Sin embargo, vendrán otras pandemias, según los expertos, por lo que cada vez es más necesaria la colaboración y el enlace entre todos los actores sanitarios internacionales, incluidos los expertos taiwaneses, que llevan años vetados de las reuniones internacionales para cumplir con los diktats de Beijing.
Hasta 2016, una delegación taiwanesa había podido asistir a la asamblea anual de la OMS sin derecho a voz. Luego, a raíz de la elección de Tsai Ing-wen como presidenta, a quien Xi Jinping considera "separatista", China adoptó una actitud más dura. Un asunto espinoso, porque la presencia de la "rebelde" beneficiaría a todos en términos de conocimientos y experiencia médica, además de suponer una violación de los principios de igualdad, inclusión y colaboración de la ONU, y una amenaza para la salud mundial. Entre muchos ejemplos, podemos citar el descubrimiento del doctor Liu Yu-ming, que creó un instrumento de alta tecnología para el tratamiento del cáncer, pero no puede presentar la máquina ni compartir la información con colegas del resto del mundo.
La inasistencia de Taipei a la asamblea de la OMS también se refleja en el discurso de Hsueh Jui-yuan, ministro de Salud y Bienestar de Taiwán, que en una larga y perspicaz intervención subrayó la importancia del "desarrollo sanitario sostenible en la era pospandémica". Durante la pandemia de Covid-19, Taiwán mitigó con éxito la propagación de la enfermedad gracias a su eficaz sistema de salud pública, a un personal bien formado y a sus sistemas de vigilancia epidemiológica, investigación y análisis". Y la población también "desempeñó un papel clave" en el éxito del modelo antipandémico al "llevar mascarillas, practicar el distanciamiento social, evitar las zonas concurridas, seguir las normas de cuarentena y vacunarse". A esto se añade, continuó, el hecho de que "Taiwán estableció un sistema de seguro médico universal en 1995. Desde entonces, el Gobierno continúa proporcionando un sistema de prevención de enfermedades y servicios de atención sanitaria para que las personas de todas las edades puedan disfrutar del derecho a la salud".
Así pues, el sistema de salud local constituye un modelo a escala regional y mundial, por lo que resulta aún más grave que no se lo invite a la asamblea de la OMS. Ahora que la pandemia de Covid-19 está remitiendo y el diálogo sobre el fortalecimiento de los sistemas sanitarios en todo el mundo se está acelerando, "Taiwán", afirma Hsueh Jui-yuan, "no debería quedarse al margen". De ahí la exhortación final a la OMS y a todas las partes interesadas "para que apoyen la inclusión de Taiwán" como "observador, así como su plena participación en reuniones, mecanismos y actividades" por su "importante contribución a la salud pública mundial".
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