Taipei, la conversión del director Jiang: "Dios me mostró la fuerza de la esperanza"

de Xin Yage

Director televisivo y autor de 2 libros muy conocidos en la isla, se bautizó a los 58 años: "En televisión veía a estos cristianos tan fuertes, llenos de energía en el hacer el bien. Dios me envió un don un cáncer: fue el regalo que me mostró el camino que tenía que seguir. Y hoy estoy feliz".

Taipei (AsiaNews)- Cada miércoles por la noche tenemos un grupo en el cual compartimos la lectura de la Biblia y cada vez buscamos de involucrar a más personas nuevas. El grupo está abierto a todos, no se necesita el certificado de bautismo. Uno de los más asiduos frecuentadores es ciertamente el señor Jiang, director televisivo jubilado, que desde cuando se convirtió al cristianismo se comprometió a pleno tiempo en la difusión del mensaje de Jesús. Mientras tanto publicó 2 libros vendidos en cada librería taiwanesa y su personalidad avasalladora lo ha hecho aún más famoso en el mundo de los medios de la isla.

El señor Jiang nos dice convencido: "Hace dos años que fui bautizado y fue una de las experiencias más bellas e intensas de mi vida. No tenía ni 10 ni 22 años, ya tenía 58 y ya estaba jubilado. He sido siempre director televisivo y descubrí, a través de programas que producía en televisión, también historias de creyentes. Creyentes en Jesucristo y en su amor. Y me había llamado mucho la atención: me preguntaba siempre: ¿Dónde encontraban aquellas personas la energía para hacer tanto bien? Y esto me impactaba.

Quería descubrir más a la religión cristiana: "Pensaba que lo habría hecho cuando estuviese jubilado. Pero creo que Dios Padre tenía otros planes para mí. Y me mandó un regalo. Para decir la verdad en aquel tiempo pensaba realmente que era un regalo. Me enfermé de cáncer y aquella experiencia de la enfermedad es lo que yo considero un regalo".

Al inicio fue duro, físico y psicológicamente: "Justo en aquellos meses había comenzado a pensar en aquellas historias de los creyentes que había visto en onda por la televisión. Gente simple, pero tenaz, que veía la llamada de Dios aún en los momentos difíciles. He enfrentado las curaciones y los momentos obscuros. Pero, gracias a la medicina y también a una fuerza interior inesperada, poco a poco me concentré, me serené y me puse de pie".

A partir de esa experiencia, cuenta ahora, "seguramente entiendo mucho más la angustia de quien sufre. Y si puedo hacer aunque sea una parte del camino con quien tenga problemas físicos, morales o psicológicos, me siento más humilde y más dispuesto a compartir. La página que me gusta más del Evangelio es la de los discípulos de Emaús: cuando todo parecía perdido, Jesús se puso simplemente a caminar con ellos y los escuchó, estaban tan desorientados. Luego les dio mucho coraje. Creo que Jesús haya hecho lo mismo conmigo: me dio coraje cuando creía que la luz de mi vida se estaba por apagar para siempre".

Por esto dice que Dios le hizo un regalo: "Ahora siento una energía fuertísima dentro de mí. Quiero aprender cosas nuevas, comunicar las historias escondidas pero importantes que gracias a mi trabajo descubría semana tras semana. Porque en el fondo también "el trabajo" de Dios siempre consistió en el comunicar un mensaje de esperanza cuando parecía que ya no había. De este modo siento que las narraciones del Evangelio, que son de una inspiración profunda, continúan repitiéndose hoy".

El señor Jiang, trabaja gratis en 2 universidades para formar nuevos directores cineastas de estudios televisivos, sobre todo ofreciendo a ellos consejos e inspiraciones para sus proyectos cinematográficos. "Me acuerdo que necesitaba puntos de referencia y de historias significativas cuando iniciaba mi profesión. Espero transmitir a los jóvenes al menos algo de lo que yo experimenté en estos años. Quiero decirles a ellos: ¡No se rindan jamás, nada os puede derrotar!".