Tacloban, tifón Yolanda: 10 años después de la tragedia, misa por las víctimas y los supervivientes

de Santosh Digal

En el décimo aniversario del desastre que causó cerca de 6.300 muertes confirmadas en Filipinas, se celebró un acto en memoria de las víctimas en la ciudad de Tacloban, al que asistió el presidente Ferdinand Marcos Jr. Los hombres y mujeres de la Iglesia católica local también fueron fundamentales para la reconstrucción de las vidas y las aldeas.

Manila, (AsiaNews)- El 8 de noviembre de 2013 el súper tifón "Yolanda" (nombre internacional, Haiyan) arrasó Filipinas, y 10 años después sigue siendo uno de los tornados más mortíferos de la historia. El desastre encendió una alarma en el país sobre la necesidad de prepararse para prevenir y responder a las catástrofes provocados por el cambio climático. En aquel momento murieron más de 6.300 personas, 28.000 resultaron heridas y 3 millones de habitantes de Filipinas quedaron desplazados. En 2015 incluso el Papa Francisco visitó algunos de los lugares devastados por Haiyan.

Diez años después de aquella tragedia, ¿cómo se encuentran las comunidades de Tacloban, capital de la provincia de Leyte en la región filipina de las Visayas Orientales, la zona más afectada por el supertifón? Desde que comenzó la catástrofe medioambiental, el padre vicenciano Daniel Franklin E. Pilario, profesor de teología en la Universidad Adamson de Manila, se ofreció como voluntario para acompañar al párroco de San Antonio, en Samar occidental, una de las ciudades costeras sobre las que impactó con mayor fuerza y ayudar a la gente. El padre Pilario dijo que: “Honramos a todas las víctimas y a los que sobrevivieron luchando por el bien de la comunidad”. En aquellos días el sacerdote colaboraba armando con ellos tiendas de campaña, pero también dirigía a los grupos de monjas de la diócesis y a los pescadores: "Todavía recuerdo el dolor, pero sobre todo la lucha de la gente del lugar junto con una gran fe".

Otra persona fundamental en aquellas horas de confusión provocada por el desastre fue la hermana Ma Lisa Ruedas, de la congregación de las Hijas de la Caridad. Diez años después del tornado recuerda su experiencia de trabajo en Cambayan, una aldea de la comuna de Basey, en la provincia de Sámar. “Los niños que presenciaron la devastación del huracán hoy son adultos. Muchos de aquellos jóvenes de Cambayan hoy son profesionales gracias a algunas becas de la Sociedad de San Vicente de Paúl, un grupo internacional de católicos laicos fundado en 1833".

Con pequeños pasos y diez años después, la economía y la vida de las aldeas y ciudades de la zona se están recuperando. "Los supervivientes siguen luchando sostenidos por su fe. Comenzaron a recuperar la dignidad que fue arrasada por el tornado y poco a poco reconstruyeron sus vidas”, dijo la hermana Ruedas. María Cristina Cruz, que estudió enfermería, es una de las sobrevivientes del paso de Yolanda y ahora trabaja en un hospital local: “Recordar lo que pasó en 2013 no es fácil. A lo largo de los años, he conseguido salir adelante con paciencia, perseverancia y oración”, contó.

Cientos de agencias del gobierno, ONG y voluntarios han apoyado a los supervivientes con programas de ayuda para la reconstrucción, pero también para la educación de los jóvenes y el restablecimiento de las actividades comerciales, comenzando por la pesca.

El 8 de noviembre miles de filipinos de la región asistieron a la misa celebrada en el principal centro de convenciones de Tacloban, para recordar a los muertos y honrar a todos aquellos que ayudaron a reconstruir la ciudad. El presidente Ferdinand Marcos Jr. declaró: "Nunca sabremos el verdadero alcance de nuestra pérdida porque todavía estamos sufriendo las consecuencias y llorando a nuestros muertos". La vicepresidenta Sara Duterte reiteró en un mensaje en vídeo que el tifón Yolanda "dejó una marca indeleble en nuestros corazones y también mostró cuán fuertes y resilientes eran las personas afectadas". Por último, elogió el "espíritu inquebrantable de los filipinos, que superaron la adversidad y reconstruyeron sus vidas con determinación y coraje".