Sínodo: hacer sentir a quienes viven situaciones maritales difíciles que "son parte de la Iglesia"
Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Mejorar el conocimiento de la visión
antropológica de la Iglesia, abierta a la vida y hacer sentir a quienes viven situaciones
maritales difíciles que "son parte de la Iglesia", fueron los temas
centrales de la Séptima Congregación General del Sínodo extraordinario sobre la
familia, celebrado esta mañana en el Vaticano, con la presencia también del
Papa Francisco.
En las intervenciones de la tarde de ayer y de hoy, de las cuales da noticia una
nota de la oficina de prensa del Vaticano, se ha continuado también hablando de
las situaciones matrimoniales difíciles, reafirmando "la indisolubilidad
del matrimonio, sin compromisos, basado en el hecho de que el vínculo
sacramental es una realidad objetiva, obra de Cristo en la Iglesia". Este
valor debe ser defendido y tratado con una catequesis adecuada antes del matrimonio,
para que la pareja esté plenamente consciente del carácter sacramental de la
unión y de la naturaleza de su vocación. Es oportuno, además, un acompañamiento
pastoral para parejas después de la boda.
Al mismo tiempo, ya que "la Iglesia no es una aduana, sino una casa de
familia y la cual debe ofrecer un acompañamiento paciente para todas las
personas, incluso a aquellos que se encuentran en situaciones pastorales difíciles".
En concreto, tenemos que mirar a los casos individuales, las situaciones reales
"también de gran sufrimiento, distinguiendo, por ejemplo, entre las
personas que han abandonado a su cónyuge y las que han sido abandonado. El problema
existe y la Iglesia no lo descuida. La pastoral
no debe ser exclusiva del 'todo o nada', sino misericordiosa, porque el
misterio de la Iglesia es un misterio de consuelo. Sin embargo, se recuerda que
para los divorciados vueltos a casar el hecho de no poder recibir la Eucaristía
no significa que no sean miembros de la
Iglesia, de hecho, se les invita a reconsiderar que hay varias responsabilidades
que puedan ejercer. Además, también se ha subrayado la necesidad de simplificar
y agilizar los procedimientos de declaración de nulidad del matrimonio".
"Sobre el concubinato en algunas regiones se ha comprobado que a menudo se
debe a razones económicas y sociales, y no a una especie de rechazo a las
enseñanzas de la Iglesia. A menudo, también, estas y otras situaciones de las
uniones de hecho son experimentadas conservando el deseo de la vida cristiana, y
por lo tanto requiere una adecuada atención pastoral. Así mismo, reiterando la imposibilidad
de reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo, sin embargo, se
subraya la necesidad de un enfoque respetuoso y no discriminatorio de los
homosexuales".
De la apertura a la vida, a la cual se dedicó la segunda parte de la reunión de esta mañana,
ha hablado el cardenal André Vingt-Trois de París, en la homilía de la Misa,
con el argumento de que el conocimiento y la aceptación del Magisterio de la Iglesia
sobre la apertura a la vida son esenciales. "De hecho - continuó - hay
muchas personas a quienes les resulta difícil comprender la distinción entre los
métodos naturales de regulación de la fecundidad y la anticoncepción. La principal
causa de esta aceptación difícil está en la diferencia entre la antropología cristiana
y la de la mentalidad dominante. Por esta razón, desde el punto de vista
pastoral, es importante saber más acerca de la consistencia de la visión
antropológica de la Iglesia y con ella un nuevo lenguaje y en colaboración con
el mundo académico".
En las intervenciones de los Padres sinodales se ha reiterado que "el don
de la vida (así como la virtud de la castidad) son valores fundamentales del
matrimonio cristiano" y se ha subrayado la gravedad d un crimen como el
aborto. "Al mismo tiempo, se han puesto de relieve las muchas tragedias que
muchas familias viven, por ejemplo, en ciertos contextos de Asia, donde hay
casos de infanticidio, de violencia contra las mujeres, la trata de seres humanos.
Ha sido, por lo tanto, subrayada la necesidad de dar enfatizar el concepto de
la justicia entre las virtudes fundadoras de la familia".
Se ha entonces afrontado la cuestión de la responsabilidad de los padres en la
educación de sus hijos en la fe y las lecciones que esta ofrece, "tal
responsabilidad es de suma importancia y es importante que se tenga la debida
atención. Entre otras cosas, se ha observado que la atención pastoral de los niños
puede crear un punto de contacto con las familias que se encuentran en
situaciones difíciles. Hablando de los niños,
se hizo hincapié en los efectos negativos de la anticoncepción en la sociedad,
lo que dio lugar a la disminución de la tasa de natalidad. Frente a este
escenario, los católico no debe permanecer en silencio, sino que deben llevar
un mensaje de esperanza: los niños son importantes, dan vida y alegría a sus
padres y fortalecen su fe y las prácticas religiosas"