Sri Lanka está al borde de una nueva guerra civil. Cristianos: que el Gobierno restablezca el orden
En el país rige el estado de emergencia. Las redes sociales se encuentran bloqueadas para evitar la difusión de “noticias falsas”. Los obispos invitan a “no arrojarr leña al fuego”. Aprender de las lecciones del pasado y evitar que el país se precipite en un nuevo conflicto.
Colombo (AsiaNews)- Numerosas asociaciones activistas y cristianas de Sri Lanka piden que el gobierno de Colombo restablezca lo antes posible el orden público. El país está al borde de una nueva guerra civil, tras los feroces hechos de violencia que hace días vienen azotando el distrito de Kandy, detonados por el homicidio de un cingalés budista. El asesinato desencadenó la venganza de los cingaleses, que están incendiando negocios y casas habitadas por musulmanes. Mientras tanto hoy, la policía arrestó a Amith Jeewan Weerasingha (v. foto 3), el principal sospechoso de alentar las violencias y a otros nueve cómplices.
Esta mañana, en la capital, se desarrolló una manifestación contra el racismo para pedir que se restablezca la paz. Las siglas que han adherido son: National Human Rights Commission of Sri Lanka (Nhrcsl), National Christian Council of Sri Lanka (Nccsl), National Christian Evangelical Alliance of Sri Lanka (Nceasl) y la Comisión episcopal de Sri Lanka (CBCSL).
Hace dos días, las autoridades declararon el estado de emergencia en toda la isla y el toque de queda en el distrito de Kandy. Estando en vigencia, las fuerzas de seguridad tienen la facultad de realizar arrestos sumarios y por largos períodos de tiempo. Ayer el gobierno también suspendió el acceso a internet y el uso de las redes sociales, para evitar la difusión de “noticias falsas”.
Los obispos católicos piden “a todos los líderes políticos y civiles, cooperar en el espíritu del diálogo y de la comprensión para prevenir un conflicto desastroso ”. “Es desastroso -subrayan- dar un pliegue religioso a los incidentes aislados, dejando el campo libre a los extremistas para crear una conflagración. No es necesario añadir leña al fuego, tales actos no protegen a nuestro país, ni la religión o la raza, sino que más bien las insultan, desacreditan y engañan. Debemos promover y sostener una vida de paz, con más razón siendo que este país tiene una composición multi-étnica y multi- religiosa”.
A la luz de un pasado marcado por 30 años de guerra civil, continúan, “debemos considerar que todos estos incidentes podrían terminar en la violencia. Por eso, seamos realistas, humanos y compasivos al lidiar con eventos de esta naturaleza”. En la declaración oficial, la NCEASL lanza “un llamamiento a todas las comunidades, pidiendo abstenerse de tomar la ley en las propias manos” y expresa solidaridad con las víctimas de los enfrentamientos. La organización cristiana evangélica recuerda, además, “al presidente, al Premier y a todo el gobierno su compromiso por la paz, la armonía y la política de tolerancia cero contra el discurso del odio y la violencia religiosa”. “Pedimos -agrega- a todas las comunidades, unirse en defensa de la armonía sectaria, del pluralismo y de la justicia. Invitamos a todos los partidos a desistir de aprovecharse de la actual situación para superfluas finalidades políticas”.
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