Sri Lanka, violencia de bandas y narcotráfico: ya son 50 los asesinatos en 2024

de Arundathie Abeysinghe

Con una proliferación incontrolada de armas de fuego, el país vive una escalada de violencia sin precedentes, vinculada al tráfico de drogas. Sri Lanka es ahora un centro mundial para el tránsito de heroína desde el sur de Asia hasta Europa. Las sombras de la guerra civil que terminó en 2009 pesan mucho. Afectan a los jóvenes más vulnerables, pobres y desempleados.

Colombo (AsiaNews) - La violencia armada se recrudece en Sri Lanka, con cerca de 50 asesinatos registrados en el primer semestre del año, causados por enfrentamientos entre bandas rivales. Las estadísticas del Global Organised Crime Index revelan que la lágrima de la India es un centro de tránsito para la heroína, la droga más consumida en el país, procedente principalmente de Afganistán, Pakistán e India y con destino a Europa. Esto ha convertido a la nación insular en un centro crucial del tráfico mundial de drogas. Según el último informe del Índice Las recientes incautaciones de heroína en alta mar también han aumentado en el tráfico marítimo debido al mercado relacionado.

Casi todos los jóvenes ceilandeses atraídos por estas bandas, de unos veinte años, proceden de familias urbanas de bajos ingresos, han abandonado los estudios y están desempleados. Actualmente, la mayoría de las bandas operan en los alrededores del valle de Kelani, en Wellampitiya, Kaduwela, Athurugiriya y Homagama.

Según el subinspector general de policía retirado Priyantha Jayakody, ex director de la División de Delincuencia y Crimen Organizado y experto en la evolución de las bandas en el país, "si se analiza el problema actual, se observa que la amalgama del escenario postconflicto con el negocio de la droga ha dado lugar a una situación peligrosa". Las guerras de la droga, que empezaron a pequeña escala en los años ochenta, cuando empezó a entrar heroína en el país, se han intensificado hasta alcanzar un nivel peligroso debido a las crecientes apuestas en el comercio ilegal de drogas, ya que ha aumentado la demanda de heroína entre los adictos locales. "La heroína que entra de contrabando en Sri Lanka procede de los países de la Media Luna Dorada (Pakistán, Afganistán e Irán). Se pasa de contrabando en grandes cantidades por mar, mientras que pequeñas cantidades se traen de la India".

Las estadísticas recopiladas por la Junta Nacional de Control de Drogas Peligrosas (NDDCB) revelan que, en enero de 2024, la policía se incautó de unos 130 kilogramos de heroína, mientras que en el mismo mes se produjeron 19.000 detenciones por delitos relacionados con las drogas y 8.269 (alrededor del 44,2%) por posesión de heroína. En 2023, el número total de sospechosos detenidos por delitos de drogas fue de 162.088. De ellos, 66.142 (40,2%) fueron detenidos por posesión de heroína. De ellos, 66.142 (40,8%) fueron por delitos relacionados con la heroína.

El ex comisario de policía Mahesh Tillakaratne explica a AsiaNews que "al principio, la heroína y otras drogas peligrosas se introducían en el país por el aeropuerto, pero cuando aumentó la demanda y se reforzó la seguridad aeroportuaria, los narcotraficantes optaron por el comercio marítimo. Así que el tráfico se trasladó a distintos puntos de aguas internacionales, desde donde se recogen los suministros y se pasan de contrabando a tierra. "Gracias a las avanzadas tecnologías de la comunicación, incluido el uso del GPS, les resulta fácil coordinar puntos de encuentro en medio del mar". Según la policía, la proliferación de armas ilegales ha provocado una violencia generalizada entre los miembros de las bandas, con asesinatos y venganzas, mientras que otras están relacionadas con desacuerdos sobre el reparto de las ganancias ilegales.

El ministro de Seguridad Pública, Tiran Alles, reveló en una reciente rueda de prensa en Colombo que "se están introduciendo armas de contrabando en el país desde el exterior, mientras que muchas armas han acabado en manos equivocadas desde el final de la guerra en 2009". Alles también pidió a los ciudadanos que facilitaran información sobre armas ilegales, ofreciéndoles recompensas en metálico. "Dado que hay tantas armas de fuego en circulación en el país, no es de extrañar que haya delitos con armas de fuego".

El Ministro añadió también que "inicialmente los contrabandistas operaban en la zona de Chilaw. Una vez que se reforzó la seguridad en la zona, se trasladaron a la franja costera de Negombo-Kalpitiya, pero el aumento de la vigilancia naval en la zona ha obligado a muchas bandas a desplazarse hacia el sur, y el núcleo principal se centra ahora en Matara".