Sri Lanka, radicales budistas amenazan a sacerdotes y víctimas de la guerra: "Ustedes son traidores"

de Melani Manel Perera

Liderados por varios monjes, el grupo interrumpió una reunión a la que asistían familias de la zona norte del país, activistas, clérigos católicos y diplomáticos extranjeros. La policía estaba presente, pero no intervinieron para detener a la multitud.

Colombo (AsiaNews) - Amenazas, intimidación y consignas reclamando el derecho a "odiar a los traidores de la nación". Esto es lo que sufren las víctimas de la guerra, los sacerdotes católicos, activistas de derechos humanos y representantes de diversas misiones diplomáticas en Sri Lanka en la noche del 4 de agosto del año pasado, cuando un grupo de budistas radicales irrumpió en medio de una reunión en honor de víctimas de la guerra. Dirigida por un número de monjes, la multitud interrumpió la manifestación bajo la atenta mirada de la policía. La cual, dicen los presentes, no han movido un dedo para detener a los extremistas.

Organizado por la organización de derechos humanos Derecho a la Vida, se celebró la reunión en el Centre for Society and Religion (Csr) en Colombo y asistieron muchas familias del norte del país. A sólo una hora desde el comienzo, un grupo de budistas radicales llegaron al lugar, gritando consignas en contra de la organización no gubernamental "patrocinada por los Estados Unidos" y tomó fotografías de los activistas y las familias presentes.

Tras el ataque, el grupo ha presentado una denuncia en la comisaría de policía de Maradana, afirmando que los activistas de derechos humanos Nimalka Fernando y Fernando Brito habían reunido a las familias del norte "para obtener información para dañar al gobierno de Sri Lanka". Por esta razón, han explicado los budistas radicales, tenía el derecho de terminar una "manifestación anti-nacional, organizado por traidores".

Después de lo que pasó la Embajada de EE.UU. en Sri Lanka ha emitido un comunicado: "Las preocupaciones de que la primera reacción de la policía parece haber sido en apoyo de la multitud que quería detener el encuentro [...] Estos manifestantes estaban ejerciendo su derecho a la protesta pacífica. La impresión que se tiene es que ellos estaban buscando una manera de intimidar y silenciar a los presentes, entre los que había niños".