Sobre la colina del “footing”, un Vía Crucis de esperanza para la aldea global
Los laicos católicos se propusieron la memoria de la Pasión de Jesús recordando también los “calvarios” del hombre de hoy: los prófugos, las hermanas de la Madre Teresa asesinadas en Yemen, los dramas de Irak. Al mundo sobre el cual se cierne la muerte, los testigos de la resurrección de Jesús traen esperanza.
Macao (AsiaNews) – Hoy, Viernes Santo, a las 10 de la mañana, un nutrido grupo de católicos se reunió para celebrar las tradicionales estaciones del Vía Crucis, el cual tuvo como título “Un calvario para el hombre de hoy" (en chino, "现代人 的 苦 路" ). Organizado por la Asociación de Laicos católicos de Macao, tuvo la participación de un centenar de personas, adultos, ancianos y familias con niños. El Vía Crucis se prolongó hasta el mediodía y, a pesar de que el tiempo amenazaba con lluvias, no cayó ni una sola gota de agua.
El lugar donde los católicos se reunieron es la “Guía”, un sitio privilegiado para la gente de Macao, apto para el footing, para hacer ejercicio físico y también para respirar un aire más puro que el del centro de la ciudad; un paisaje que es muy bien considerado, con muchas especies de árboles. Los católicos desarrollaron el Vía Crucis mientras otras personas paseaban, corrían, o hacían ejercicio. Mostrando gran respeto por los deportistas y dejándoles lugar, la fila de fieles se fue haciendo menos apretada a lo largo de los senderos de la colina, cantando himnos pascuales entre una estación y otra.
Presidiendo el acto litúrgico estuvo una cruz de madera, que fue cargada por cuatro católicos, cada uno a su turno, junto a la participación de los sacerdotes presentes. De estación en estación, los cristianos reflexionaron sobre los misterios cristianos haciendo continua referencia a los eventos del mundo. Fue subrayado el valor de este Año de la Misericordia a través de lecturas bíblicas y las reflexiones que les siguieron. La idea de un Vía Crucis de este tipo provino del deseo de ayudar a la gente a comprender el misterio del Viernes Santo de una manera adecuada al mundo actual.
A lo largo del Vía Crucis –desplegado en cinco estaciones- se recordaron los eventos que han sacudido al mundo en la última semana: la ola de prófugos de Siria que viaja a Europa y que está consternando al mundo; los niños y familias que huyen sin rumbo; la guerra y la violencia, de mano de la impotencia. También el martirio de las cuatro hermanas de la Madre Teresa en Yemen; la situación en Irak, etc.
El Vía Crucis se concluyó en la cima de la colina con una bendición que los sacerdotes presentes dieron a todos los participantes. Fue subrayado con frecuencia que ante la muerte, cuya presencia se cierne continuamente sobre la sociedad actual, el mensaje del Evangelio y la persona de Jesús tienen una fuerza especial.
La memoria de la pasión de Jesús y el sufrimiento y la pasión cotidiana de la humanidad nos empujan a la esperanza del Domingo de Pascua, de la resurrección de Jesús de Nazaret, de modo que podamos llevar la alegría, la esperanza y el respeto por la vida a la aldea global.