Sismo en Nepal: ya pasaron dos años y aún no se reconstruyó ni una sola casa
En 24 meses se reconstruyeron apenas 50.000 casas de las 887.353 que quedaron destruidas por el sismo. Las que fueron reconstruidas lo fueron gracias a las ayudas de asociaciones de beneficencia. La Autoridad nepalesa para la reconstrucción tiene a disposición cerca de cuatro millardos de dólares, pero todo está frenado a raíz de la burocracia y la corrupción. Los testimonios de los sin techo.
Katmandú (AsiaNews) – A dos años del violento terremoto de 7.9 puntos de magnitud, que el 25 de abril de 2015 devastó Nepal, miles de sobrevivientes aún viven bajo tiendas de campaña. Lo confirman fuentes oficiales del gobierno de Katmandú, que admiten que en 24 meses fueron reconstruidas apenas 50.000 viviendas de las 887.353 que fueron destruidas a causa del sismo. Pero el dato más alarmante es que la reconstrucción de las pocas “afortunadas” viviendas fue posible gracias a la financiación de las asociaciones de beneficencia, que han hecho llegar su contribución de todas partes del mundo. En contraposición, al gobierno nepalés le aguarda un triste primado: ni una sola casa fue construida con el aporte exclusivo de subsidios estatales, no obstante las enormes donaciones llegadas del exterior.
A disposición de la Autoridad nepalesa para la reconstrucción (NRA) hay alrededor de cuatro millardos de dólares, pero hasta ahora el gobierno ha firmado acuerdos por una suma equivalente a 2,6 millardos. Sin embargo, las obras de reconstrucción se encuentran detenidas a causa de la lentitud con que proceden las operaciones y a raíz de la corrupción generalizada entre los funcionarios. Los que agrava aún más un cuadro ya de por sí dramático es la decisión tomada por el gobierno recientemente, de enviar excavadoras a los alrededores de la capital para arrasar con las tiendas donde han encontrado refugio cuando menos 2.000 personas, a fin de convencerlas de regresar a sus pueblos de origen.
Govinda Pokhrel, responsable de la NRA, afirma: “Tengo las manos atadas por las leyes y por los procedimientos. No logro llevar adelante todos mis planes”. Y luego agrega: “estamos realmente disgustados viendo esta situación lamentable. Las víctimas del terremoto aún siguen viviendo en tiendas bajo los árboles. Queremos ayudarlas, pero los procedimientos burocráticos nos lo impiden”.
El Pbro. Boniface Tigga, superior de los jesuitas, declara que “las víctimas viven en condiciones extremas. Nosotros los ayudamos dándoles un sostén para sus necesidades. Hemos construido más de 50 escuelas y varias viviendas, pero nuestra contribución no basta. El gobierno parece confundido por muchas cosas, mientras que debiera ser más serio al respecto”. Además, “la estación de las lluvias está a punto de llegar y las víctimas todavía no tienen donde refugiarse”.
El padre Shilas, director de Caritas Nepal, sostiene que el brazo social de la Iglesia “está a la vanguardia en lo que se refiere a ayudas, pero no logramos ayudar a todos con nuestros limitados recursos. Garantizamos un sostén para las necesidades básicas, pero se requieren viviendas”.
Ram Bahadur Bhusal, del distrito de Sindhupalchowk, se salvó del sismo, pero ahora vive en condiciones críticas. “Mi mujer, mis dos hijos, mi madre anciana y yo vivimos en una tienda hace ya dos años. He pedido ayuda al gobierno para reconstruir mi vivienda, pero no he sido escuchado. Este año estoy tratando de levantar al menos un muro de barro, pues de otro modo, con las lluvias, las serpientes y los insectos se meten en las tiendas”. “Mis niños y mi madre- lloran por esta situación -continúa-, porque no logramos ni siquiera dormir, y mi mujer y yo debemos turnarnos toda la noche. Pero todo esto es agotador cuando no se duerme de noche, y a la mañana siguiente se está obligado a trabajar para ganar aunque sea algo”. El gobierno, concluye con resignación, “parece indiferente a nuestro problemas. Estamos sin esperanza. Creo que el gobierno no hará nada”.