Siria, los rebeldes y el ejército turco arrancan la ciudad de Jarablus al Isis

Tanques armados, aviones de guerra y vehículo militares de Ankara dieron sostén a la ofensiva de los rebeldes. Fue fundamental el apoyo aéreo de los Estados Unidos. Biden se encuentra en Ankara para relanzar una alianza entre Turquía y los Estados Unidos. Pero sigue sin resolverse la extradición del líder islámico Fetullah Gulen.

Jarablus (AsiaNews/Agencias) –Los rebeldes sirios, con el apoyo de los militares turcos y la cobertura aérea de los cazas estadounidenses, arrancaron al Estado islámico (EI) la ciudad de Jarablus, situada cerca de la frontera turco-siria. El asalto final se inició en la madrugada de ayer, cuando aviones de guerra, tanques y fuerzas especiales de Ankara cruzaron la frontera y atacaron posiciones de Daesh [acrónimo árabe de EI] (y de los kurdos). La mayor parte de los yihadistas se retiró del área.

Turquía afirma que su intervención se orienta a atacar tanto a milicianos del EI como a la alianza entre kurdos y sirios que está intentando conquistar porciones cada vez más vastas de territorio en la zona de Jarablus.

Al comentar la operación militar, el presidente Recep Tayyip Erdogan refirió que los rebeldes han reconquistado la ciudad “junto a personas provenientes de la ciudad de Jarablus misma”. El líder turco agregó que la operación “Euphrates Shield” intenta “poner punto final” a los problemas que se suceden a lo largo de la frontera.

El vicepresidente de los EEUU, Joe Biden, que en los últimos días ha estado en una misión diplomática en la ciudad de Ankara, confirmó que los Estados Unidos garantizó una cobertura aérea durante la operación. Se trata de la visita a Turquía del funcionario americano de mayor rango, desde que se produjera el golpe de Estado fallido del 15 de julio. El objetivo de la misma es disipar toda duda en lo que respecta a los vínculos y a la solidaridad entre Washington y su aliado en la OTAN.

Un activista vinculado a los grupos rebeldes, Ahmad al-Khatib, publicó algunas fotos que retratan a los combatientes del frente opositor a Assad en el centro de la ciudad, posando junto a edificios con la efigie del EI. Con la derrota sufrida en Jarablus, los yihadistas del llamado Califato han perdió el control del último punto fronterizo con Turquía bajo su control directo.

Las operaciones militares turcas llevadas a cabo del otro lado de la frontera con Siria no apuntan solamente a atacar a los milicianos del EI. Tal como refiere un alto funcionario del gobierno estadounidense, que se mantiene tras el anonimato, Ankara tiene la intención de generar así “una zona de colchón para bloquear el avance de los kurdos”. En los últimos días, las milicias kurdas de YGP (Unidad de Protección Popular) derrotaron al EI en la ciudad de Manbij, tomando el control del área.

Lo que temen los turcos es que el avance de los kurdos en el territorio sirio pueda favorecer la creación de una región autónoma kurda, que terminaría abarcando el área sudeste del país. En respuesta a la ofensiva turca en Jarablus, los altos mandos militares kurdos afirman que ahora Turquía ha quedado involucrada en todos los sentidos en el “pantano sirio” y que pronto será derrotada, tal como ocurrió con el EI.

En tanto, el vicepresidente de los EEUU Biden llegó a Turquía para relanzar la alianza con Ankara, que está en su peor momento luego del golpe fallido ocurrido a mediados de julio y de la visita de Erdogan a Rusia, con la que se han restablecido las relaciones económicas y energéticas entre los dos países.

En la vigilia del encuentro, el presidente ruco Erdogan anunció que solicitará una vez más a su contraparte americana que sea extraditado el líder islámico Fetullah Gulen, considerado el cerebro del intento de golpe de Estado. Cuando a Biden se le preguntó acerca de la cuestión, respondió que Washington “no tiene ningún interés en proteger a alguien que ha hecho algo malo, pero primero debemos garantizar estándares de legalidad mínimos, en base a nuestras leyes”.