Siria, la verdadera prioridad es combatir al Estado Islámico. No a Assad.
En el norte de Siria, dos ataques contra hospitales causaron decenas de víctimas civiles. El frágil acuerdo alcanzado por las potencias mundiales es puesto en crisis por los continuos ataques y combates. El jesuita islamólogo Samir Khalil Samir subraya los verdaderos pasos necesarios para la paz: bloquear al fundamentalismo apoyado por Arabia Saudita, y comprometerse de verdad contra los terroristas islámicos
Roma (AsiaNews) – Dos ataques aéreos golpearon esta mañana otros tantos hospitales de Siria septentrional, causando decenas de víctimas civiles entre médicos y voluntarios. El primero fue en Azaz, sobre la frontera turca: allí murieron al menos 10 personas, y casi todos los pacientes fueron rescatados; el segundo fue en Maarat al-Numan, en un centro gestionado por Médicos sin Fronteras. El grupo humanitario habla de al menos siete víctimas confirmadas y ocho personas más que continúan desaparecidas.
Turquía acusó a la fuerza aérea rusa del primer ataque, mientras que MsF considera que tras el mismo estuvieron las fuerzas gubernamentales sirias que son fieles al presidente Bashar al- Assad. Sin embargo, aún no hay confirmaciones acerca de las responsabilidades reales del hecho. Moscú no ha respondido a las acusaciones promovidas por Ankara, pero afirmó que “no cesará de combatir a los terroristas del Estado Islámico”.
En tanto, esta mañana Caritas Internationalis confirmó la muerte de un voluntario de 22 años, Elias Abiad, ocurrida en Alepo. El asesinato –refiere Caritas- se remonta al 13 de febrero: “En el pasado, en este país ya han sido asesinados otros voluntarios laicos de la Iglesia local que operaban en el campo humanitario”.
Los episodios de violencia parecen poner en riesgo el frágil acuerdo alcanzado por las potencias mundiales para un cese del fuego en Siria. En el comentario que publicamos a continuación, el jesuita islamólogo Padre Samir Khalil Samir, subraya cuáles han de ser los verdaderos pasos necesarios para obtener la paz en el país.
En la situación actual en Siria, los periódicos y políticos occidentales continúan re-proponiendo un cliché: para que haya paz, Bashar al Assad, el presidente sirio, debe irse. Para los Estados Unidos, Francia, Arabia Saudita y Turquía, éste es el primerísimo punto de una agenda para construir la paz en Medio Oriente.
¿Eliminar a Daesh o al presidente Assad?
Según me parece, este “primerísimo punto” no es realista y puede ser dañino por distintos motivos.
Es verdad, Bassad es un dictador, y nadie lo niega. Pero ha de agregarse que no es el la zona. También los reyes sauditas y los emires del área son dictadores, y tienen constituciones que no dan lugar a ninguna voz. Pero en estos casos nadie protesta. Entonces, la cuestión es que si tú ahora eliminas a Assad, ¿quién toma el poder? Habrá aún más desorden y violencia. Al menos, con Bassad en el poder existe un mínimo de seguridad. Ha de ser dicho que la inseguridad comenzó partiendo de Daesh [acrónimo en árabe del Estado Islámico-ndr] y de los demás grupos fundamentalistas, la llamada “oposición siria”, que ha llegado a fagocitar incluso a la oposición laica interna en Siria.
Por otra parte, nadie se explica de dónde vienen las armas y el dinero de los terroristas: no pueden hacer lo que hacen si no cuentan con algún apoyo. Una gran figura de la política en Egipto, muy citada desde una perspectiva internacional, Tareq Haggi, ha afirmado que “Arabia Saudita y Qatar apoyan militar y financieramente a Daesh”. Una cosa que nos se ve y que tampoco es leída en ninguna parte es que el conflicto en Siria se ha tornado con mucha claridad en una lucha del sunismo contra el chiismo. Esto tiene su contraprueba: ¿cómo es posible que Daesh no se dirija a Arabia Saudita, o bien a Qatar, lugares donde podrían adquirir mayor poder e influencia?. Es porque el objetivo de Daesh se ha vuelto coincidente con el que tienen Arabia Sauditao ha sido confesado incluso por sunitas de diversas orientaciones; una lucha contra el chiísmo de Irán, de Irak y de Siria (alauitas).
Erradicar el fundamentalismo apoyado por Arabia Saudita
Si queremos la paz en Siria, precisamos encontrarnos en Ginebra o el donde sea, ¿Pero, quién no quiere participar? Justamente los rebeldes patrocinados por Arabia Saudita. Ahora los sauditas, al igual que los turcos, quieren llevar a cabo ataques “contra el terrorismo”, pero en realidad lo que quieren es combatir contra Assad, o mejor dicho, contra el gobierno chiíta.
La alianza entre Estados Unidos, Turquía, Arabia Saudita y Qatar es una alianza de económicos y militares. Los Estados Unidos tienen un acuerdo estable con Arabia Saudita y con Qatar. No hablemos luego de los intereses turcos: están vinculados a la OTAN, juegan de modo ambiguo con Daesh (compran su petróleo, dejar pasar a los nuevos reclutas del Estado Islámico, combaten a los kurdos, que son los únicos armados que luchan contra Daesh,…), amenazan a Europa con las olas de prófugos…
En cuanto a Arabia, está programando intervenir en muchos países árabes musulmanes, como ya lo hizo en Yemen y Bahréin, pero siempre a fin de atacar a los chiítas en dichas naciones.
Nadie ve (o confiesa) que la causa fundamental de todo este caos es la ideología fundamentalista, y que su fuente ideológica es Arabia Saudita, que defiende su islam wahabita (la interpretación más radical del islam) como el verdadero islam.
La solución para la paz en Siria y en Medio Oriente es, ante todo, detener la guerra y dar una tregua al país, luego, elegir un presidente, cualquiera sea éste, Assad u otros, sin trampas electorales; el tercer paso es la reconstrucción. Mientras más se espera, más son los migrantes que Europa no logra ya integrar. Incluso es el caso de Alemania, que ha llevado a cabo un gesto heroico (dispuesta a aceptar a 800.000 refugiados sirios) ahora ha frenado. Es preciso parar la guerra: la del gobierno, la de los rebeldes, la de Daesh.
A propósito de Rusia
En lo que respecta a la intervención de Rusia, tan a menudo criticada por Occidente, veo, en cambio, que en Medio Oriente, mucha gente la aprecia, porque ataca a los fundamentalistas y a Daesh; los demás –la llamada coalición internacional- no han hecho gran cosa. Luego están los kurdos, que también combaten a Daesh, y lo hacen con éxito. Por otra parte, los milicianos de Daesh son muy capaces. ¿Y quiénes son sus instructores? Son los combatientes iraquíes sunitas que, expulsados por el gobierno y la sociedad iraquíes, fueron formados por los norteamericanos, y que ahora se han reciclado en esta lucha contra los chiítas, de la mano de sus amigos fundamentalistas y terroristas. Y lamentablemente son muy capaces.
Conclusión
Hay una falta de claridad en la información y no existe colaboración entre las fuerzas que dicen combatir el terrorismo. Rusia ha pedido colaboración, pero se ha quedado sola.
El error que los países implicados están cometiendo es haber puesto como objetivo el cambio de la plana de líderes en Siria: es el mismo error que se cometiera en Irak y en Libia, que ha creado desastres incluso mayores. Verdaderamente no entiende por qué Occidente siempre toma símbolos que han de eliminarse para “llevar la democracia”. Pero la democracia en Medio Oriente no existe (y, de hecho, también en Europa cruje). Ciertamente que esperamos que ésta pueda realizarse en un futuro, pero hoy son importantes la seguridad y la justicia.
Los occidentales están llamados a elegir bien sus objetivos: ante todo, ha de ser garantizada la seguridad y la justicia, y no atacar a cualquier líder. Porque si cambias el jefe, la sociedad permanece igual y el caos toma el viento a favor. Es mejor la dictadura que conocemos, que la dictadura islámica que vemos.
Se necesita luego tener coraje y valentía para decir: la causa de esta guerra tiene un origen más remoto y éste es el fundamentalismo islámico radical apoyado por Arabia Saudita. Nadie jamás osa decirlo. Riad compra las armas a Occidente, tanto para los rebeldes como para Daesh, y con su dinero compra el silencio de Occidente, de Europa y de los EEUU. El ideal de la democracia en Medio Oriente se ha convertido tan sólo en pantalla para cubrir intereses ideológicos y económicos.
17/12/2016 13:14