Siria, es cristiano uno de los dos japoneses del Estado islámico y amenazados de muerte

Kenji Goto Jogo, periodista freelance, se convirtió en los años Noventa y entró en la Iglesia unida de Cristo. Su pastor: "Un hombre bueno, que ha ido a zonas de crisis para contar los sufrimientos de los últimos". Junto a Haruna Yukawa se encuentra en manos del movimiento terrorista, que quiere 200 millones de dólares como rescate. Shinzo Abe: "Haremos de todo para liberarlos".

Tokio (AsiaNews)- Kenji Goto Jogo, periodista freelance japonés en manos del Estado islámico junto a Haruna Yukawa, "es un hombre nuevo y con un gran sentido de justicia. Fue por todas las zonas en crisis del mundo para contar y denunciar los sufrimientos de los últimos". Es la descripción de uno de los rehenes japoneses en manos del Estado islámico hecha por el pastor cristiano Hiroshi Tamura, jefe de la Iglesia cristiana a la cual el hombre pertenece.

Los terroristas han pedido al gobierno japonés un rescate de 200 millones de dólares que tienen que pagar "dentro de las 78 horas", pena la ejecución de los prisioneros. En el video con el pedido ayer en internet, se ven a los dos arrodillados y con los overoles naranjas de los prisioneros, bajo el control de un terrorista con una ametralladora. Encontrando a la prensa esta mañana, el Primer ministro japonés Shinzo Abe, declaró que su gobierno "hará de todo" para liberarlos, pero no aclaró si va a pagar o no la suma pedida.

Haruna Yukawa combatía en los rangos de Suqour al-Sham. Movimiento de oposición sirio y habría sido capturado el pasado agosto de 2014; Kenji Goto Jogo, en vez, es un repostero de la Independent Press, que consigna a los medios japoneses repostajes de las zonas de guerra esparcidas por el mundo. Según los investigadores habría sido raptado en octubre de 2014.

Hiroshi Tamura, pastor de la Iglesia Chofu, cuenta que Goto "se convirtió en los años 90 y fue bautizado. Desde entonces sigue la vida de la comunidad, que hace parte de la Iglesia unida de cristo [la denominación cristiana con más de 200 mil fieles, ndr]. Tiene un enorme sentido de justicia y siempre se comprometió para contar la vida de los últimos y de los más vulnerables, sobre todo los niños".

Hablando de Jerusalén, donde se encontraba en visita de Estado, Abe definió el rapto como "una vergüenza" y se dijo "indignado" por las amenazas de muerte. "El islam y el terrorismo son completamente diversas. La comunidad internacional no cederá delante a ninguna forma de terror, y para hacerlo debemos estar seguros de trabajar juntos".