Shanxi: la policía ataca una casa de oración no registrada, un católico en coma

de Andrew Law

El incidente ocurrió el 23 de marzo en la diócesis de Lüliang, pero las autoridades intentaron ocultarlo. La intervención de las fuerzas especiales atrajo a otros católicos de la aldea vecina de Xinli, donde vive una histórica comunidad católica. En los enfrentamientos también resultó herido un agente. Arrestaron al párroco y a algunos fieles. La comunidad fue obligada a hacer "autocrítica", pero el verdadero problema son las reglas cada vez más rígidas sobre las religiones.

Lüliang (AsiaNews) - El 23 de marzo, un hombre de mediana edad fue duramente golpeado en la cabeza durante un enfrentamiento con la policía en una parroquia de la diócesis de Lüliang, en la provincia china de Shanxi, y al momento de escribir este artículo todavía se encuentra en coma en la unidad de cuidados intensivos del hospital local. El feligrés se llama Francis Zuo Shangwangi y vive en la aldea de Xinli, en el condado de Wenshui.

El incidente ocurrió en la aldea de Zhaizi, a unos 70 kilómetros al suroeste de Taiyuan, la capital de la provincia. Hace tres o cuatro años, un celoso feligrés de Zhaizi había comprado un terreno y construido una casa para usarla como lugar de oración de los fieles. Unos días antes del incidente, los departamentos gubernamentales informaron a los fieles que ese edificio no había sido registrado según las normas y no se podía utilizar para actividades religiosas. Sin embargo, durante la Cuaresma, los feligreses se reunieron allí de todos modos para rezar el rosario. El domingo 23 llegaron al lugar fuerzas especiales de la policía que golpearon a algunos ancianos y uno de ellos cayó con una herida en la cabeza. El sacerdote que estaba allí para distribuir la Eucaristía informó por teléfono a los feligreses de la aldea cercana de Xinli, y estos se dirigieron al lugar. A medida que aumentaba el número de fieles solidarios, también aumentaba el número de agentes movilizados. Durante los intentos de dispersar a la multitud con gases lacrimógenos y porras, resultó herido Zuo Shangwang, quien cayó al suelo inconsciente. En ese momento, la multitud enfurecida atacó a un agente que había quedado solo en un coche de policía, y lo hirieron gravemente. Los tres heridos (los dos fieles y el agente especial de policía) fueron trasladados de urgencia al hospital. Tres días después, el párroco - que también sirve en la casa de oración de la aldea de Zhaizi - y el presidente de la parroquia de Xinli fueron arrestados, y el 31 de marzo detuvieron a otros cuatro feligreses, acusados de agredir a un agente de policía.

Las aldeas de Xinli y Zhaizi se encuentran a unos 2,5 kilómetros de distancia y pertenecen a condados administrativos diferentes: Zhaizi al de Jiaocheng y Xinli al de Wenshui. Xinli - que según datos oficiales cuenta con 1026 habitantes - es una aldea con una larga historia cristiana cuyas raíces se remontan al siglo XVII, lo que la convierte en el mayor centro católico de la diócesis de Lüliang. Aquí creció san Juan Wang Rui, uno de los mártires chinos canonizados por Juan Pablo II. La historia de fe de la aldea de Zhaizi es más reciente: los creyentes son apenas 40 o 50 y a menudo reciben ayuda de los de Xinli.

El condado de Jiaocheng es la cuna de la escuela de la Tierra Pura, una rama importante del budismo; el templo de Xuanzhong que se encuentra en el condado tiene una historia de 1.500 años, a diferencia de la Iglesia católica, que tiene una comunidad reducida y una historia reciente. Según contaron los feligreses locales, los encuentros en la casa de oración de la aldea de Zhaizi fueron denunciados por los vecinos, quizás porque consideraban que la gente que entraba y salía era demasiado ruidosa. Otros feligreses creen que existe un conflicto irreconciliable con un grupo de la aldea que lucra con las creencias en los espíritus y por eso habrían presentado una denuncia. En el condado de Jiaocheng, en efecto, solo hay 500 católicos, y los líderes locales del Partido hasta ahora no les habían prestado ninguna atención. Sin embargo, la forma extrema en que han sido tratados ahora y el uso de la policía especial han hecho explotar el problema. Algunos católicos creen que precisamente las reglas religiosas, que se han vuelto mucho más estrictas en los últimos años, y el miedo de los líderes a cometer errores están alimentando estos conflictos.

En la aldea de Xinli se transmite la memoria de muchos feligreses que durante la Revolución Cultural prefirieron la muerte a la apostasía; en la historia de esta comunidad ha habido muchas vocaciones al sacerdocio. El mismo obispo de Lüliang, monseñor Ji Weizhong, - que fue ordenado el 20 de enero de este año en virtud del acuerdo entre la Santa Sede y Beijing - nació en esta aldea en una familia católica desde hace generaciones. Recordó que cuando era niño - hacia el final de la Revolución Cultural, antes de que se reabriera la iglesia - su madre llevaba a sus hijos a las casas de los vecinos para rezar juntos; su propia familia nunca dejó de enseñar el catecismo por la mañana y por la noche. De esta manera se ha transmitido la fe en la aldea durante muchos años. Por eso, cuando escuchan las dificultades que hay en la aldea cercana de Zhaizi, los feligreses acuden en su ayuda sin dudarlo.

Francisco Zuo Shangwang - el hombre que resultó herido - también proviene de una familia sencilla que ama al Señor. Francisco es camionero y padre de tres niñas, la más pequeña de las cuales tiene apenas dos años. El año pasado, debido al exceso de trabajo, cayó y se fracturó la columna vertebral; el 6 de diciembre fue sometido a una cirugía de la que todavía no se había recuperado por completo. Sin embargo, cuando escuchó lo que estaba ocurriendo en la aldea de Zhaizi, no dudó en sumarse a los jóvenes de la aldea para ir a ayudar a los otros católicos. Resultó gravemente herido y fue sometido a dos craneotomías, pero hasta ahora no ha despertado. El edema cerebral se ha reducido, pero continúan una serie de complicaciones y su vida sigue en peligro.

El incidente ocurrido el 23 de marzo en la aldea de Zhaizi fue seguido con un alto nivel de atención. Se dice que el responsable de la parroquia de Xinli y todos los miembros de la comunidad están bajo estricta vigilancia, que personas de los departamentos gubernamentales entran constantemente en la aldea para controlar la situación, que todos los sacerdotes de la diócesis fueron obligados a someterse a una semana de estudio sobre las normas y reglamentos políticos, y que han revisado los registros financieras de los últimos cinco años. El sacerdote arrestado, el padre Zhang Jinliang, habría sido trasladado a otro lugar de detención y se habría ordenado a los habitantes del pueblo que no hablaran de los heridos. Por eso, hasta ahora, el mundo exterior no ha podido obtener información precisa.

Después de los arrestos, los católicos de Xinli y Zhaizi se calmaron. Cuando hicieron autocrítica, dijeron que la Iglesia también tenía culpas: no había actuado bien al seguir celebrando reuniones después de que se les dijo que no había procedimientos legales de registro para la casa de oración; tampoco deberían haber enfrentado a los agentes especiales de policía y herirlos, especialmente a aquellos que no golpearon a nadie.

Sin embargo, no pueden entender por qué la administración local no tomó la iniciativa de ayudar a registrar la casa de oración, que llevaba años en funcionamiento, sino que optó por hacer cumplir la ley durante la Cuaresma, el mes más importante del año litúrgico de la Iglesia católica, movilizando a un equipo de agentes especiales con gas pimienta y armas de fuego para hacer frente a fieles desarmados.

Algunos católicos han calificado el incidente de la aldea de Zhazi como un "desastre religioso". "En las circunstancias actuales, sólo podemos orar más, esperando que los departamentos gubernamentales apliquen la ley de manera imparcial - dijeron -. Cuando la policía nos atacó en la aldea, descuidamos la oración y elegimos el enfrentamiento, olvidando que la oración es la mejor arma que podemos tener. En esta Semana Santa debemos seguir el ejemplo de Jesús, que aceptó sufrir, debemos aprender de su paciencia y debemos orar por nuestro hermano Francisco, que está sufriendo en la Pasión de la Iglesia, y esperar con ansias que despierte". También están preocupados por el arresto del padre Zhang Jinliang, que es un evangelizador comprometido. Se teme que el espacio para la Iglesia local se reduzca cada vez más en el futuro y que se frene el proyecto de construir una iglesia en el condado.