Semarang, 418 sacerdotes de la diócesis en un retiro sobre la vida consagrada (Fotos)
Mons. Rubiyatmoko: “Nuestra vocación proviene de Jesús, y en Él debieran estar centradas nuestras vidas”. En Yakarta, Mons. Suharyo explicó a cientos de sacerdotes reunidos en la catedral, la importancia de procurar una vida bendita. La misa crismal en Pontianak también fue el cierre de un encuentro, de dos días de duración.
Yakarta (AsiaNews) – Ayer se concluyó, con la celebración de la misa crismal –o Misa Krisma, en indonesio- un retiro espiritual que convocó, en Bandungan (Java Central), a 418 sacerdotes al servicio de la arquidiócesis de Semarang: jesuitas, franciscanos, padres del Sagrado Corazón de Jesús y curas diocesanos.
“Los facilitadores del retiro fueron el actual superior provincial de los jesuitas, el Pbro. Petrus Sunu Hardiyanto, y su anciano hermano de la orden, el Pbro. Priyono Marwan, que en el pasado ocupó su mismo rol”, cuenta a AsiaNews Mons. Robertus Rubiyatmoko, el arzobispo de Semarang. “Ofrecimos puntos para el debate y la reflexión, sobre importantes temas –agrega el prelado-: por ejemplo, cómo ejercitar el espíritu de colegialidad en la vida comunitaria religiosa y el espíritu de colegialidad sacerdotal”.
En la homilía de la misa crismal, Mons. Rubiyatmoko recordó a los presentes el significado del sacerdocio: “Nuestra vocación proviene de Jesús, y es en Él que debemos centrar nuestras vidas”, afirmó.
A unos 445 km al este, en la capital, Yakarta, el arzobispo, Mons. Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo explicaba a cientos de sacerdotes reunidos en la catedral, la importancia de procurar una vida bendita. “La vida consagrada nos brinda la posibilidad de convertirnos en “hombres para los demás”. Sin embargo, ‘el hombre para los demás” tiene que volverse santo, de modo que su vida se vuelva una gran bendición para su prójimo. Vivir una vida consagrada significa ser educados, ofrecer alegría y esperanza además de consuelo y gestos de amistad” afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal Indonesia (KWI).
En Pontianak, en la remota provincia de Kalimantan Occidental, el arzobispo, Mons. Agustinus Agus invitó a todos los sacerdotes locales a un retiro de dos días en la Casa de la Inmaculada, situada a pocos metros de la catedral de San José. Durante su homilía, en el marco de la Misa Krisma, el prelado resaltó ante los sacerdotes y cientos de fieles presentes que “renovar los votos también quiere decir que los curas son hombres frágiles”. “A través de esta ceremonia –declaró- ellos piden la gracia de Dios y Su bendición, para que refuerce su vocación”.
(Photo credit: Samuel Bjp, Ivan Darmawan Prajogo y otros).
(Samuel, Ivan y Laurensius Suryono colaboraron en este artículo).
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