Selene Biffi, la italiana hindú que educa a los jóvenes con historietas
La mujer es una de las ganadoras del Premio dedicado a la memoria de la Madre Teresa. En el 2009 sobrevive a un atentado en Kabul, y decide ponerse al servicio de los jóvenes y niños. Crea historietas y escuelas para la narración de cuentos, donde se transmite el legado cultural de manera oral.
Bombay (AsiaNews) – Los libros ayudan a los niños a entender el poder que tiene la educación, y de esta manera ellos optarán siempre por la paz y repudiarán la violencia. Quien está convencida de ello es Selene Biffi, una emprendedora italiana que trabaja en el campo social y profesa la fe hindú, que ha sido premiada en Bombay con el premio Madre Teresa Memorial International Award for Social Justice 2016. Selene trabaja desde hace años en Afganistán, donde ha fundado una asociación que valoriza la educación y el legado cultural, en un país donde la tasa de analfabetismo es superior al 30%, y es difícil estudiar cuando se está bajo la amenaza constante de atentados.
La empresaria fundó en el año 2004 la Youth Action for Change (YAC), una organización sin fines de lucro que se ocupa del desarrollo de los jóvenes. Hoy, la asociación ofrece cursos gratuitos a chicos de 130 países en todo el mundo.
Selene dice que pasó de ser “observadora” a “facilitadora del cambio”. La primera experiencia en Afganistán se remonta a septiembre de 2009, cuando llega a Kabul para seguir un proyecto con las Naciones Unidas: escribir un libro de texto para niños de las zonas rurales, para “enseñar conceptos simples en temas de salud, agricultura y desarrollo”.
En realidad, se había presentado como candidata para ser observadora externa en las elecciones, pero su propuesta fue rechazada nueve veces. Al poco tiempo de llegar ella a Kabul, los talibanes llevaron a cabo un atentado en el hotel que aloja a los observadores internacionales, y en el cual fueron muertos seis empleados de la ONU. Selene es evacuada y regresa a Italia, donde madura la decisión de comprometerse en favor de los niños pobres de Afganistán.
Junto al proyecto del libro para las Naciones Unidas, la joven decide escribir una historieta sobre salud pública. Según la emprendedora, la historieta es el mejor medio para superar la barrera del analfabetismo. “Haber encontrado el modo de comunicar información con las ilustraciones fue la clave del éxito”.
A partir de esa primera experiencia en Afganistán, en el año 2010 Selene crea una segunda ONG, “Plain Ink” (Tinta Plana, ndt), que produce y distribuye libros de texto e historietas para niños en Italia y en la India. A continuación nace el proyecto de una escuela para la narración de cuentos, de modo de preservar el legado cultural y brindar a los jóvenes la esperanza de poder ser autores del desarrollo de la información. Todo su trabajo, afirma, “se debe a un enamoramiento con Afganistán. Hay algo mágico a pesar de las dificultades, la guerra y todo lo demás; es la resiliencia y la dignidad de su pueblo”.
El proyecto se desarrollo en cinco años, durante los cuales Selene imagina poder educar a 20.000 personas por año, a través de escuelas en todo el territorio. El primer año, la escuela recibió a muchachos y muchachas jóvenes que estaban sin trabajo, pertenecientes a varios grupos tribales. Los cursos abarcan lecciones de inglés, escritura narrativa y la integración de música y arte. Los chicos son sostenidos y aconsejados tanto en lo personal como desde el punto de vista profesional.
La emprendedora conoce los desafíos políticos y la inestabilidad del país en el cual se desempeña. Una semana después de haber lanzado la iniciativa, hubo un ataque suicida en un barrio de Kabul, muy cerca de donde ella vive, que causó la muerte de nueve personas. “Cuando trabajas para abrir la posibilidad de un cambio –sostiene- las dificultades abundan. Pero también dan esperanza”.
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