Se inicia el proceso contra el soldado israelí que mató a un palestino, que estaba inerme en el suelo.

El tribunal de Jaffa inició el procedimiento contra el sargento Elor Azaria, de diecinueve años, encarcelado por homicidio culposo. La defensa proclama la inocencia del imputado, que habría obrado según las reglas del deber. Los jueces invitan a las partes a llegar a un acuerdo. Dentro de esta semana la fiscalía debe decidir se aceptar o rechazar la instancia.

Jerusalén (AsiaNes/Agencias)- Se inició ayer por la tarde en el tribunal militar de Jaffa el proceso contra el soldado israelí encarcelado con la acusación de homicidio culposo, por haber disparado a sangre fría a un joven palestino que estaba tirado en el suelo e inerme. El sargento del ejército, de diecinueve años, Elor Azaria abrió fuego y le disparó en la cabeza al palestino de veintiún años, Abdul Fatah al-Sharif durante un tentativo de asalto contra los soldados israelíes en Hebrón, en Cisjordania.

Interpelado por los jueces, el sargento rechazó la acusación de haber violado las reglas del deber establecidas por Israel y de haber intervenido sin justificación.

El mes pasado miles de personas salieron a las calles en defensa del militar, invocando a gritos su liberación porque habría obrado en base a la ley de defensa del país y de sus ciudadanos.

Diversa la opinión de activistas y organizaciones pro derechos humanos, según los cuales el sargento Azaria realizó un homicidio extra judicial y por esto debe responder por el crimen cometido.

La cuestión resale al 24 de marzo pasado y demuestra la profunda grieta existente en la sociedad israelí, no solo entre los que lo consideran culpable y los que lo consideran inocente sino también sobre las políticas que se deben adoptar hacia los palestinos y en tema de seguridad. El militar disparó al joven palestino, que precedentemente había atacado con un cuchillo a otros soldados, hiriéndolos. El agresor estaba ya en el suelo, sin poder hacer más nada y además estaba herido. No obstante esto, el militar-que intervino en un segundo momento-apuntó el fusil y disparó, matándolo al instante.

Binyamin Malaka, uno de los legales del joven soldado, afirmó al inicio del procedimiento que “la verdad saldrá a luz”. El camino es largo. Estamos dispuestos a resistir” para defender la verdad.

Para el Tribunal militar, Elor Azaria “violó las reglas del deber, en falta de una justificación operativa”, porque “el terrorista estaba tirado en el suelo y herido” y en aquel momento “no constituía una amenaza inmediata para el imputado u otras personas presentes”.

De las imágenes filmadas por un palestino y difundidas por los activistas de B´Tselem se ve al soldado israelí que le dispara en la frente al militante palestino, tirado en el suelo, sin que éste haga ningún gesto o provocación. Poco antes del disparo se escuchan a algunos soldados exclamar, en hebreo, “el perro está aún vivo”. Después el disparo y el soldado abriendo fuego grita: “Este terrorista merece morir”.

En el memorial de la defensa, el sargento Azaria dijo que disparó porque temía que Abdul Fatah al-Sharif tuviese un cinturón explosivo y quisiese hacerse explotar. Una versión que contrasta con las frases gritadas por el militar antes de abrir el fuego y con cuánto surge de un segundo filmado, difundido en los días pasados, en el cual se ve que el cuchillo se encuentra a al menos un metro de distancia del palestino tirado en el suelo.

En el curso de la primera audiencia los jueces (un jurado compuesto por tres jueces) invitaron a las partes- fiscalía y defensa- a llegar a un acuerdo, para alcanzar una solución de compromiso. La fiscalía tiene una semana de tiempo para aceptar (o rechazar) la instancia.

Desde octubre pasado, después de una serie de provocaciones por parte de hebreos ultra-ortodoxos de ir a rezar en la Explanada de las mezquitas se multiplicaron los incidentes y enfrentamientos en Israel y en los territorios palestinos, en el contexto de la llamada “intifada de los cuchillos”. Hasta hora fueron asesinados doscientos veinte palestinos y veintinueve israelíes, dos americanos, un sudanés y un eritreo. La mayor parte de los palestinos fue asesinada mientras intentaban acuchillar o atacar con armas o autos a los peatones o a los soldados. Otros murieron en el curso de manifestaciones o enfrentamientos con los militares.