Se inició el asalto al aeropuerto de Mosul

El objetivo es arrancar a las milicias del Estado islámico el control del aeropuerto y de una base militar vecina. En un segundo momento, se emprenderá un ataque sobre el sector sudoeste. Se torna cada vez más crítica la situación humanitaria en la zona occidental. Niños muertos por desnutrición y cuando menos 160.000 huyendo de la ciudad.

Bagdad (AsiaNews/Agencias) – Esta mañana, en horas del alba, las fuerzas de seguridad iraquíes emprendieron un asalto al aeropuerto internacional de Mosul y a la base militar de Al Ghazlani, en las inmediaciones del lugar, ambos controlados por las milicias del Estado islámico (EI). Es lo que refiere la TV estatal iraquí, según la cual en el ataque están siendo empleadas “fuerzas de reacción rápida, la policía federal y fuerzas de antiterrorismo”.

Mosul, metrópoli del norte de Irak y segunda ciudad más importante del país, de mayoría sunita, fue el primer gran centro en caer en manos de los yihadistas en el verano de 2014. El aeropuerto y la base están situados en la periferia meridional; el ataque es parte de una operación lanzada por Bagdad, que apunta a reconquistar incluso el sector occidental.

Sostenidas por los ataques aéreos de la coalición internacional, bajo el comando estadounidense, ayer las tropas han consolidado sus posiciones, a cuatro días de haberse iniciado la operación en el oeste de Mosul.

Analistas y expertos subrayan que el control del principal puerto aéreo metropolitano y de la base de Al Ghazlani abriría camino para poder atacar la periferia sudoccidental, junto al río Tigris, el cual divide en dos la ciudad de Mosul. Según un responsable del comando de los EEUU, aún habría “cerca de 2.000” yihadistas refugiándose en el oeste.

El mes pasado, las fuerzas del gobierno lograron expulsar a los milicianos de Daesh [acrónimo árabe para EI] de la zona oriental de Mosul, a la derecha del río Tigris, tras meses de intensos combates. La ofensiva se inició el 17 de octubre pasado y se requirieron cinco meses para vencer a la resistencia yihadista en el área. Fuentes de la ONU refieren que la mitad de las víctimas que se han registrado hasta el momento son civiles; desde el mes de octubre, en la Llanura de Nínive fueron muertas 1096 personas, y hubo casi 700 heridos.

En tanto, activistas y asociaciones humanitarias vuelven a hacer dramáticos pedidos en vista de la situación que atraviesa la población civil. Hasta 650.000 personas corren peligro de quedar atrapadas en medio de los combates, y 300.000 de éstas serían niños.

Las agencias especializadas están preparando ayudas y alistando centros para poder acoger a un máximo de 400.000 personas que huyan de los combates. Según las Naciones Unidas, son entre 750.000 y 800.000 los civiles que aún viven en los distritos occidentales de la ciudad, controlados por los yihadistas.

Hasta ahora, unas 160.000 personas habrían abandonado sus casas en la ciudad y en la periferia. Y quien se quedó, debe afrontar la desnutrición, la muerte prematura de los recién nacidos, la falta de medicamentos. A medida que pasan los días, y particularmente después de que los milicianos de Daesh clausuraran dos hospitales, la situación sanitaria en el oeste de Mosul empeora cada vez más.

Un empleado del hospital de al-Jamhour ha confirmado la muerte de tres niños de entre tres y seis años de edad “a causa de desnutrición y falta de medicamentos”. En los próximos días, agrega la fuente tras el anonimato, probablemente haya más decesos. Un habitante del barrio de Annajar cuenta que “algunas mujeres encinta hacen de todo para inducir el trabajo de parto”, antes de que los combates lleguen a centro del sector occidental, lo cual torna la situación “aún más complicada”.