Sara Duterte deja el Ministerio de Educación, caminos separados con Marcos
Sigue siendo vicepresidenta, pero también ha disuelto el cártel electoral que la respaldó en 2022 junto con el hijo del ex dictador de Manila. En la ruptura influyen las diferencias en la línea política impresa en cuestiones como las relaciones con China y Washington o el orden público, pero también las ambiciones personales de las dos dinastías políticas.
Manila (AsiaNews)- Con una decisión que puso fin a meses de especulaciones, Sara Duterte renunció ayer a los cargos de ministra de Educación y subdirectora del National Task Force para poner fin al conflicto armado comunista. Hija de Rodrigo Duterte, presidente de la República de Filipinas de 2016 a 2022, Sara Duterte conserva, sin embargo, el cargo de vice en la presidencia actual de Ferdinand Marcos Jr. Sin embargo, la dimisión ha confirmado de forma explícita el creciente desacuerdo entre los dos líderes, lo que corresponde tanto a una fricción dinástica como a las diferencias en las prioridades y sensibilidades.
La dimisión - confirmó la Oficina de Comunicación Presidencial - fue entregada por Sara Duterte junto con una carta al presidente Marcos "negándose a dar los motivos"; apenas veinte minutos después utilizó su cuenta de Facebook para informar a sus seguidores sobre su "renuncia irrevocable". La semana pasada, por otra parte, ya había declarado el fin del UniTeam, el comité electoral que en mayo de 2022 había permitido al inédito tándem presidencial alcanzar la victoria. La vicepresidenta explicó que esta herramienta ya no es necesaria porque no volverán a presentarse juntos para cargos públicos. La crisis, por tanto, no sólo estaba prevista, sino que podría dar comienzo a un enfrentamiento abierto entre ambos y, en última instancia, incluso a nuevas elecciones.
En ambos casos la competencia electoral no había sido una meta sino un trampolín. Marcos lo necesitaba para completar la rehabilitación de la memoria de su padre, el ex dictador Ferdinand Marcos padre, que Duterte ya había propiciado durante su mandato. Además de tomar decisiones diferentes y opuestas a las de su predecesor en cuestiones de orden público, gestión presupuestaria y relaciones internacionales, con la reanudación de la cooperación militar con Washington para contener a China, a la que Duterte se opuso porque habría pedido (tal como ocurre, en general, en las relaciones con los socios occidentales) una contrapartida sobre el respeto de los derechos humanos. Por otro lado, Rodrigo Duterte no podría postularse para el cargo más alto del Estado por segunda vez consecutiva. En este sentido la figura de Sara - que comparte con su padre las ideas, el carácter y la experiencia como alcaldesa de la ciudad más grande del sur de Filipinas, Davao - habría sido un "puente" para poder aspirar a una nueva elección como senador, presidente o vicepresidente para él o como presidente para su hija.
No es casualidad que Sara Duterte se haya dedicado desde que fue elegida a sentar las bases de un consenso personal y no exclusivamente basado en la trayectoria (o declaraciones contradictorias) de su padre. E incluso menos del actual presidente. Por ejemplo, ha creado una decena de oficinas propias en el archipiélago a las que los filipinos pueden acudir en busca de ayuda en caso de un funeral o asistencia médica.
06/05/2022 11:15
16/11/2021 16:00