Saigón: “Caridad en amor”, un ente católico que desde hace 20 años ayuda a niños enfermos y abandonados
Cientos de personas participaron en la misa de acción de gracias por los 20 años de actividad. Estuvieron presentes cientos de niños que son ayudados por el centro, la mayor parte de los cuales no son cristianos. El ente católico brinda ayuda a huérfanos, seropositivos, discapacitados y autistas. Voluntario católico: luchar contra la “discriminación” en las familias y en las comunidades.
Ho Chi Minh City (AsiaNews) - La comunidad católica de Ho Chi Minh City en los últimos días ha festejado los 20 años de actividad del grupo “Caridad en amor”, ente de beneficencia vinculado a la Iglesia, que está a la vanguardia en la obra de ayuda a los niños enfermos y huérfanos que han sido abandonados por sus familias. En la vigilia de las celebraciones por el Año Nuevo lunar del gallo, el 21 de enero pasado se celebró una misa de acción de gracias que reunió a los trabajadores, a los niños que son huéspedes de la comunidad y a simples fieles. Quien presidió la celebración eucarística fue el Pbro. Nguyễn Thành Tín, párroco de Ba Chuông, en la arquidiócesis de la ex Saigón.
En la misa por el vigésimo aniversario de la asociación han participado cerca de 300 niños que se benefician de las actividades y de los proyectos promovidos por “Caridad en amor”; entre ellos hay algunos católicos, pero la mayor parte no profesa la fe cristiana. Algunos son atendidos por el hecho de ser seropositivos o por estar enfermos de SIDA/HIV, que les ha sido transmitido por sus padres. Otros presentan minusvalías físicas o problemas psíquicos, y debido a esto son relegados a los márgenes de la sociedad.
La celebración eucarística, explican los directivos de la asociación, también fue una ocasión para agradecer a los sponsors, a los que brindan su apoyo, los voluntarios –tanto católicos como no católicos- que sostienen los proyectos y tornan posible esta importante contribución en el campo social. Personas que “trabajan en silencio” para “dar una mano a los últimos”, a las comunidades más pobres, a cuantos son olvidados o relegados a las márgenes de la carrera por el progreso económico.
Entrevistado por AsiaNews, el padre Anton Nguyễn Ngọc cuenta que recibió del Card. Francis Xavier Nguyễn Văn Thuận el encargo de “atender y cuidar de los pobres, de los que padecen la miseria, de los niños vietnamitas más desafortunados”. No sólo a través del nombramiento como vicedirector de Caritas, sino también y sobre todo en la tarea cotidiana asumida en favor de estos sectores más débiles y olvidados de la población.
“Siempre tratamos de infundir coraje en los niños –prosigue el sacerdote-, y les decimos que es necesario vivir con alegría, paz y esperanza”.
Según las estadísticas oficiales de los trabajadores católicos activos en el campo social en Ho Chi Minh, actualmente en Vietnam hay cerca de 200.000 niños con problemas de autismo. Y cada año se registran cuando menos 15.000 casos nuevos, que se suman a más de un millón que padecen enfermedades mentales o trastornos de la personalidad de distinto grado e importancia.
Además, en toda la nación hay como mínimo seis millones de niños que son huérfanos o que portan minusvalías físicas. Entre estos últimos, hay no videntes, discapacitados motrices, sordomudos, y autistas. En particular, considerando solamente a la ex Saigón, hay 54.000 niños con discapacidad y 3.000 huérfanos.
Recientemente el grupo “Caridad en amor” ha promovido un proyecto en colaboración con la universidad de Hoa Sen, focalizado en el tratamiento de problemas mentales. El programa monitorea las actividades de la mente humana y se propone el objetivo de hallar nuevas respuestas para cuantos sufren de enfermedades mentales, depresión, esquizofrenia o paranoia.
La obra de la entidad católica es compartida con entusiasmo y dedicación por los mismos voluntarios, que colaboran en distintos proyectos de apoyo y rehabilitación. “Es hermoso dedicar el tiempo de uno a los niños que están en dificultades –cuenta un joven-. Espero que los niños salgan beneficiados del apoyo y de una mejor educación. También espero que, tanto en nuestras familias como en la comunidad, cada vez haya menos discriminación hacia los niños con dificultades”.
17/09/2014