Sagaing: tras los bombardeos del ejército, habría cientos de víctimas civiles

Hasta el momento se han recuperado 80 cadáveres, pero muchos más están destrozados y es difícil identificarlos, según testigos locales. Entre los heridos hay decenas de mujeres y niños que celebraban el tradicional Año Nuevo birmano. La junta golpista admitió haber llevado a cabo la incursión con un avión militar y un helicóptero de combate. Hoy, una aldea cristiana fue atacada por tercera vez en un año.

Rangún (AsiaNews/Agencias) - Decenas de civiles fueron masacrados ayer por la junta golpista birmana, en uno de los peores bombardeos desde que estalló la guerra civil tras el golpe de Estado del primero de febrero de 2021. Testigos afirman que hasta el momento han recogido al menos 80 cuerpos, pero se espera que el saldo de víctimas aumente con el correr de las horas. Según fuentes locales, el número de muertos ascendería al menos a 100, mientras que los heridos serían al menos 50.

El vocero del ejército, el general Zaw Min Tun fue entrevistado por los medios de comunicación estatales y admitió la responsabilidad de la junta militar en el bombardeo. La fuerza aérea atacó la localidad de Pa Zi Gyi, en el municipio de Kanbalu, en el interior de la región de Sagaing. El motivo: allí se celebraba una ceremonia de inauguración de la oficina administrativa de las Fuerzas de Defensa Popular (PDF), algunas de las milicias que integran la resistencia y que los militares han rotulado como grupos terroristas.

Las PDF se formaron hace dos años tras la toma del poder por el ejército y son el brazo armado del Gobierno de Unidad Nacional (GUN) en el exilio, compuesto en su mayoría por ex diputados de la Liga Nacional por la Democracia (LND), el partido de Aung San Suu Kyi, la ex dirigente civil del país depuesta y encarcelada por el ejército tras el golpe.

Testigos informaron que entre los heridos figuran numerosas mujeres, ancianos y niños, que estaban presentes para recibir ofrendas de alimentos durante la ceremonia que coincidía con las celebraciones de Thingyan, el tradicional Año Nuevo birmano. Los líderes de las aldeas estaban reunidos en un edificio principal, mientras que muchos niños de apenas dos o tres años permanecían en las inmediaciones. Un avión militar lanzó dos bombas sobre la multitud. Luego llegó un helicóptero Mi-35 y abrió fuego contra ellos, mutilando y matando a un gran número de civiles", relató un oficial de las PDF. Los sobrevivientes subieron a Internet vídeos en los que se ven cadáveres desmembrados y edificios y motocicletas en llamas.

La dificultad para establecer un número exacto de víctimas radica en el hecho de que muchos cadáveres ya no son reconocibles: un lugareño explicó que había "demasiadas partes de cuerpos que tienen el tamaño de un dedo y están esparcidas en todas las calles" y apenas se podía "caminar sin pisarlos": "Algunos cadáveres estaban sin cabeza, mientras que otras cabezas carecían de cuerpo. No hay forma de identificarlos", añadió.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, dijo estar "horrorizado" por la masacre, señalando que en la ceremonia había estudiantes vestidos con trajes tradicionales y civiles. "A pesar de que los militares tienen la obligación de proteger a los civiles en el marco de las hostilidades, hubo un flagrante desprecio por las normas del derecho internacional", dijo en una nota. "Hay motivos razonables para creer que el ejército y las milicias afiliadas a él son responsables de una amplísima gama de violaciones y abusos contra los derechos humanos, algunos de los cuales pueden constituir crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra."

Desde el 1 de febrero de 2021 hasta enero de este año, la junta golpista birmana, que cuenta con aviones rusos y chinos, llevó a cabo al menos 600 bombardeos contra aldeas controladas por las fuerzas antigolpistas en distintas zonas del país. La aldea cristiana de Chaung Yoe, en la región de Sagaing, fue atacada ayer por tercera vez en poco más de un año. Los soldados destruyeron los bancos de la iglesia local e incendiaron algunas motocicletas, mientras los habitantes huían sin poder llevarse sus pertenencias. En las últimas semanas también se han producido enfrentamientos diarios entre las tropas del ejército y las milicias étnicas locales de la resistencia, en el estado de Chin, de mayoría cristiana.